Llego la tarde y mi hermanito, ni bajo a cenar, se había quedado dormido, para mi había sido una tarde muy excitante y para él creo que más, pues quedo agotado.
Extrañada mi mamá por ver a mi hermanito tan temprano dormido me hizo preguntas sobre si se sentía mal o si estaba molesto.
— No mama, llego de jugar con sus amigos abajo, se bañó y se acostó al rato, ni me di cuenta.- trataba de justificarlo.
— Pero es que no ha cenado, voy a llevarle algo de comer al cuarto.
Sirvió un poco de comida en el plato y fue a su cuarto. Nos quedamos en la mesa mi padrastro y yo comiendo.
Simplemente me quede pensando en como cambiaron las cosas, hasta esta estaba tomando pastillas anticonceptivas para poder hacerlo con mi hermanito sin riesgos, bueno también por su amiguito o cualquier otra oportunidad, me reía en mis pensamientos. Después de hacerlo con estos dos niños, me sentía capaz de hacer lo que fuera.
— Sabes que te quería comentar algo ahora que estamos solos, pero me da un poco de pena.- interrumpió mi padrastro hablando en voz baja.
— Si dime.- voltee a mirarlo desconcertada por esa interrupción.
— Hace unos días que nos íbamos al club entré a tu habitación y sin querer vi una carátula de una película a un lado de tu computadora.
Un frío me recorrió la espalda, mi pensamiento se fue rápidamente al día que había visto la película que mi hermanito tenía escondida y que por error había dejado en mi escritorio quedándome dormida, "que tonta eres" fue lo primero que pensé, quede muda de vergüenza, no podía creer que mi padrastro me haría un comentario sobre eso. Ycontinuó diciéndome:
— No tengo ningún problema en que tomes alguna película para verla, para mi eso es de lo más normal, pero me da temor con tu mama que se de cuenta y se presente algún problema o en el peor de los casos tu hermanito la vea.- lo miraba sin saber que decir, además porque era mi hermanito el que las había encontrado, estaba poniéndome roja de la pena.– Además que entenderás que me da pena a mi también que registres mis cosas.
Eso sonó a reclamo y no quería que sintiera que yo estaba entrando a su cuarto a registrar sus cosas, más con algo tan privado.
— Si, disculpa de verdad, jamás pensé que entraría alguien tan temprano, pero quiero aclararte algo.- debía salvar mi pellejo y no quedar yo como la que entraba a las habitaciones a registrar.– Pero tengo que aclararte algo, quien tenía eso era mi hermanito, fui yo quien se la consiguió en su cuarto.
Sus ojos se abrieron de tal manera que parecía que se saldrían de su cara. Lamentablemente debía decir la verdad que era mi hermanito quien tenía ese material, pero también debía defenderlo para quedar de la mejor manera los dos.
— Y menos mal que la conseguí yo, pues prefiero ser yo quien le explique a que venga algún extraño y le aclaré las dudas.- la pena no me dejaba verlo a la cara mientras hablaba, pero todo cambio de pronto.
— Y tu le explicaste?.- su tono de voz era distinto.
— Si, ósea le explique que era algo normal cuando ya uno es grande.- subí mi rostro para verlo y su gesto era indescifrable, pero no era tan serio como al inicio.
— Pero vieron la película juntos?.- bajo su tono de voz aún más y giraba su mirada al pasillo para vigilar que mi mama no viniera.
— Si vimos unas partes.- fue inevitable sonreír al comentar eso.
— Te pregunto es porque la trama de esa película es un poco fuera de lo común.- los dos nos reímos al mismo tiempo.
— Si es bastante extraña la verdad.- baje la mirada y lleve otro bocado de comida a mi boca.
En ese punto mi apetito de había desaparecido por completo. Estaba hablando con mi padrastro sobre sus películas porno y de verdad era un tema bastante complicado de hablarlo con naturalidad, esta conversación repentina me había quitado el hambre.
— Y luego la viste tu en el cuarto?.- se inclinó sobre la mesa susurrandome.
— Si una parte.- me puse seguramente del color de un tomate, no podía creer que estuviera hablando de esto con el.
— Esa película es buena.- se volvió a sentar bien y yo subí mi mirada para verlo, me sentía realmente incomoda.– Pero tengo otras que son buenísimas y con mejor trama si le vas a explicar a Daniel nuevamente.
No sabía que decir, los dos nos reímos, no dejaba de ver mi plato de comida, simplemente guarde silencio y por suerte mi mama apareció de nuevo en el comedor lo que hizo que el tema de la conversación finalizara.
Mi mama comenzó a hablar sobre mil cosas diferentes, pero ahora mi mente estaba en otro lugar, pensando el tremendo problema que ahora tenía al saber que mi padrastro ya sabía que mi hermanito veía sus películas porno y aparte que consiguió una en mi cuarto.
Pero mas asombroso aún fue su reacción al saber que había visto la película con mi hermanito, mi primera impresión fue que no representó para el un problema, más bien creo que en el fondo estaba de acuerdo con eso.
Al subir la mirada me encontré con los ojos de mi padrastro que veían mis senos mientras mi madre hablaba, inmediatamente el quito su mirada y sonrió sólo.
"Esto no puede ser", fue lo primero que pensé, "El no me puede estar viendo los senos, seguro viste mal o fue un error", creo que tantas cosas raras en el sexo estos últimos días me estaban haciendo ver cosas de forma extraña.
La cena término y mi padrastro se fue a su cuarto, mi mama y yo nos pusimos a ordenar la cocina. Yo estaba lavando los platos y al pasar unos minutos mi padrastro se sentó en la sala a ver televisión, desde la sala que estaba a mis espaldas podía ver claramente como el sentado en el sofá volteaba a verme por instantes, lo veía en el reflejo de los vidrios de la ventana que estaba frente al lavaplatos.
Tenía puesto un short de algodón ajustado y una franela del mismo color también ajustada. Creo que jamás habría pensado que sería algo provocativo para mi padrastro, no pensaba que me vería como mujer, pues aunque no era su hija, me crié con el y siempre lo vi como un padre y su trato conmigo fue de mucho respeto. Pero en ese momento podía ver en el reflejo del vidrio que no me veía como su hijastra, me detallaba con la mirada como una mujer.
Trate de disimular y apurar el paso para terminar rápido. Mi mama entro en la cocina para terminar unas cosas y mire en el reflejo del vidrio para ver si se atrevía a verme, pero ya no lo hacía.
Comencé a dudar, quizás era yo quien estaba pensando de forma equivocada, trataba de justificar en mis pensamientos su forma de verme, no conseguía posible que el pensara en mi con deseo pues era el esposo de mi mama, "creo que te estas volviendo loca" me decía a mi misma.
Me fui a la cama con el perturbador pensamiento sobre las miradas de mi padrastro y ahora el hecho de que el sabía que mi hermanito y yo habíamos visto una de sus películas porno. Debía advertir a mi hermanito y deshacerme de esa bolsa con todas esas cosas porno que tenía guardadas en su cuarto.
Por un momento pensé en si le había contado algo a mi mama, pero después recordé su actitud al hacerme el comentario en la cena, de haberle dicho algo su comportamiento no habría sido así y de saberlo mi mama ya me habría dicho.
A la mañana siguiente sonó el despertador a las 6 am en punto, hoy sería un día largo, había mucha cosas que hacer y debía salir temprano, pero gracias a los creadores del iPhone quienes colocaron la posibilidad de posponer 8 minutos más el despertador con sólo un click. Volvió a sonar, me había quedado dormida nuevamente y le coloque una nueva prórroga al despertador, me quite la cobija para no quedarme dormida y me coloque boca abajo con la almohada en mi cabeza para que no me molestar la luz de la ventana, podía ver la puerta de mi cuarto en la abertura que dejaba mi almohada y el colchón.
Podía escuchar los tacones de mi mama al salir, mi hermanito haciendo ruido con sus cosas del colegio, de pronto se hizo el silencio, habían salido todos ya. Mi mente comenzó a recordar lo divino de haber tenido sexo con mi hermanito, fui su primera mujer en la cama, sólo de pensarlo sentía un cosquilleo entre mis piernas, flexione una de mis piernas rozando la cama hasta la altura de mi cadera, podía sentir como se abrían mis labios vaginales, sentía ganas de tocarme pero entre el sueño y las ganas sólo prefería recordar he imaginar.
De pronto la puerta de mi cuarto se abrió suavemente, mis ojos de abrieron por completo, me asuste pero me quede inmóvil aparentando que dormía aún. Podía ver desde la cerradura de la puerta hasta el piso.
Más extraño no podía ser, quien entraba en silencio era mi padrastro, entró con cautela pensando que aún dormía, yo no movía ni un pelo, estaba completamente atónita por verlo entrar así a mi habitación, eso jamás había pasado.
Se quedo frente a mi escritorio unos segundos, claramente estaba viéndome acostada boca abajo con la piernas semiabiertas, mi respiración se detuvo, no sabía que pensar pero algo me dio un temor horrible y no se porque.
Se dio la vuelta y saco algo del saco de su traje y lo coloco en el escritorio, tomo un papel y escribió algo en el. Mis ojos seguían cada movimiento que hacía, podía ver sólo desde su cadera para abajo. Se dio la vuelta y esta vez dio un paso adelante para verme más de cerca.
Estaba paralizada, no era miedo lo que sentía, era más una interrogante de que es lo que quería. Sin duda estaba viendo mi cuerpo en la cama y lo que me hizo tragar una bocanada de aire fue ver como agarro su pene por encima de la tela de su pantalón y lo apretó. La silueta de su pene envuelto en la tela y su mano era enorme. Se estaba tocando viéndome, "Que diablos le pasa a este señor" fue lo primero que me vino a la mente.
Rápidamente salió de la habitación y cerró la puerta, mi cerebro buscaba una explicación, se venían los recuerdos de la conversación de ayer cuando me comento sobre la película y ahora recordaba que la trama de la película Taboo es sobre sexo entre familia. Me quede inmóvil como un minuto, a pesar de haber escuchado la puerta de la casa cerrar, aún no me movía.
Pasados unos segundos más me levanté y fui a la ventana de mi cuarto desde donde se veía el estacionamiento y casualmente el puesto de los carros de mis padres, veo que están justo saliendo los dos y salgo disparada a ver que fue lo que puso en mi escritorio.
Mi cerebro no podía analizar lo que estaba viendo, mi boca de abrió sola del asombro, había una nota que decía:
"Mira esta".
No tenía carátula, simplemente estaba el cd dentro del estuche, la verdad no sabía si verla, me quede viendo el estuche pensando en el porque había hecho eso. Me parecía algo muy delicado y una falta de respeto que entrara en mi cuarto a dejarme seguro una película pornográfica.
Lo que me pasaba por la cabeza ahora era como lo vería a la cara nuevamente, si se enteraba mi mama sería un problema bien grande. Destruí el papel de inmediato, debía salir y aún no me había ni bañado.
Recordé que mi hermanito tenía en su cuarto la bolsa con sus cosas porno y decidí sacarla de ahí. Fui a su habitación y la conseguí en su closet, la lleve a mi cuarto y la escondí en la parte superior de mi armario.
Me detuve a preguntarme nuevamente porque mi padrastro había tenido este comportamiento así tan repentino. Sólo de recordarme que vio la película ese día y se habrá imaginado de todo, aparte que la película trata de sexo entre familia, lo que quería decir que eso era una de las cosas que le gustaban. Me imaginaba que el video que me dejo trataba algo parecido, eso despertaba mi curiosidad pero al mismo tiempo me daba miedo ese comportamiento, en el fondo me reconocía a mi misma que sentía ese temor más por evitar algún problema con mi mama que por la conducta de mi padrastro, con hombres así ya sabía liderar, lo complicado es que esta vez ese hombre era mi padrastro, el esposo de mi mama.
Deje eso a un lado, me bañe y arregle para salir. Me dedique a resolver unas cosas de la universidad y como a las 12 del medio día me llamo al celular mi mejor amiga Janeth.
— Vane! Necesito verte urgente.- estaba llorando.
— Porque? Que paso? Porque lloras?.- me asusto su estado.
— Donde estas?
— Por salir de la universidad.
— Paso por la entrada de la universidad en 20 min.
Estaba preocupada por su estado, de escuchaba bastante mal. Como me indico camine a la entrada y me quede esperándola ahí, no había clases ese día así que no había mucha gente en el lugar.
Antes de los veinte minutos llego, de inmediato entré en el puesto de copiloto y Janeth coloco el freno de mano de su carro y me abrazo y comenzó a llorar sin control. La sujetaba y no dejaba de preguntarle que había pasado, pero el llanto no la dejaba hablarme.
Estuvimos así unos minutos hasta que se incorporo apago el carro y me explico que su novio, quien era un idiota desde el inicio en el que lo conoció, le había sido infiel y ese día lo había corroborado porque le consiguió en su celular fotos bien comprometedoras.
Me explicó en resumen lo que había sucedido y le dije que iríamos a mi casa pero que yo manejaría, ella no estaba en condiciones de hacerlo. En el camino venía relatandome como se había dado cuenta y yo regañandola pues desde un inicio de lo advertí.
Llegamos a casa como a eso de las dos de la tarde, ya se había calmado un poco, calenté la comida y casi que la obligue para que comiera. Cuando estábamos terminando de comer llego mi hermanito. Nos saludo y se extraño que Janeth estuviera en casa y más a esa hora.
A esa edad los chicos son más penosos y se les nota más rápidamente cuando les gusta una chica, tienen un comportamiento que también tienen cuando están más grandes, pero me dio gracia que Janeth lo fue a saludar con un beso en la mejilla, pues de verdad tenía muchas semanas sin verlo y ella le tiene mucho cariño, pero al abrazarlo y darle el beso mi hermanito se puso colorado.
Las dos nos reímos e hicimos chistes con el, nos reímos los tres al final y el continuo a su habitación, pero se notó que le gustaba mi amiga y tiene toda la razón en gustarle. Janeth es una chica hermosa, es de estatura media, más o menos un metro cincuenta y cinco, es delgada, no tiene un cuerpo tan voluptuoso como el mío pero tiene una figura perfecta, tiene senos pequeños, piernas bien entrenadas y un buen trasero, una cabellera negra larga así hasta la cintura y un rostro hermoso, sumado a esto, se viste bien provocativa, tanto que a veces de lo critico.
Haciéndole broma, al salir mi hermanito camino a su habitación y en vista que su estado de ánimo había mejorado, le dije:
— Bueno ahí tienes tu novio nuevo, mi hermanito esta enamorado de ti.- le dije dándole una palmada en el hombro.
— Vane si tuviera un poquito mas de edad lo haría.- me respondió al instante.
Se había abierto la oportunidad para tocar el tema de la edad en los chicos, volvieron mis ganas terribles de contarle a ella mi secreto, pero era claro que tenía un terror de hacerlo espantoso.
— Janeth ya los niños de hoy a los diez años como mi hermanito saben hasta más que tu y yo.- las dos nos reímos.
— Si pero estas loca Vanessa, a esa edad no saben hacer nada.- dijo mientras abría la vitrina donde mis papas colocan el licor.
— Bueno mejor, así lo entrenas a tu gusto.- me reí pero sola esta vez, se hicieron unos segundos de silencio.
— Tienes razón.- dijo girando a verme y con una sonrisa de mala.– Pero estas loca eso sería ser una sádica, un chico a esa edad no lo veo en eso.
— Jaa!!.- hice un gesto de ironía.– Tu como que no te recuerdas lo que te conté de como conseguí a mi hermanito hace unos días, masturbandose viendo porno.- dije bajando la voz casi susurrando.
Las dos nos reímos nuevamente, Janeth tomo una botella de Nuvo que estaba en la vitrina y se acercó a la mesa:
— Y como la tiene?.- me pregunto refiriéndose al pene de mi hermanito.
— Bueno evidentemente más pequeña, es un niño, pero no sabría decirte cuanto le mide.
— Y lo viste acabar?.- se acercaba y me miraba y las dos volteábamos en dirección al cuarto a cada instante para vigilar que no viniera.
— Coño Janeth estas demasiado preguntona.- me intimidaba su forma de averiguar.
— Ayy! por favor Vanessa deja la estupidez y dime.
— Si lo vi.
— Es decir que te quedaste a verlo hasta el final.- me dijo asombrada y con picardía.
— Bueno ya estaba ahí.- hice una pausa riéndome y acomodando los platos, estaba de todos los colores al reconocer eso.– Ni modo me quede a verlo.
— Que bolas eres toda una sádica, no te conocía ese lado.
— Cállate.- dije riendo y roja de la vergüenza.
— Vente vamos a beber para olvidar las penas.
Lleno un vaso con hielo y me tomo de la mano y llevo a mi cuarto. Nos pusimos a hablar y a beber, trataba de no beber mucho, no tengo mucho aguante con la bebida así que procuro controlarla, aparte que estábamos en casa, aún era de día y mis papas aún no venían. Volvió a salir el tema del novio y como era de esperar se puso mal.
Ya cuando el alcohol estaba haciéndole efecto, comenzó a contarme las cosas que hizo con el cuando tenían relaciones sexuales. Me contó como fue la primera vez que le hizo tragar el semen y para mi era inevitable comparar esas cosas en mi mente con las cosas que había hecho con mi hermanito. Me contó también sobre el sexo anal, que en un principio era muy doloroso, incluso que en una ocación su novio le metió su vibrador por delante mientras que le metía el pene por detrás.
Mientras ella me contaba con exceso de detalles, yo imaginaba eso con mi hermanito e incluso con su amiguito, me excitaba sólo pensarlo.
El alcohol le había dado la libertad de contarme todo, incluso cosas que siendo nosotras las mejores amigas jamás me había contado, hasta algo que jamás habría imaginado:
— Vane te voy a contar mi súper secreto, pero debes jurar jamás contarle a nadie nunca.- su tono de voz cambio, ya no parecía estar bajo los efectos del alcohol.
— Por favor Janeth eres mi mejor amiga, tu sabes que puede confiarme lo que sea.
— Pues por ese imbécil yo lo hice con otra mujer para complacerlo.- su cara se puso roja y mi boca casi llego al piso, jamás me espere eso.
— Queee!!? De verdad?.- no quería que se intimidara, pero me levanté y cerré la puerta del cuarto que estaba entre abierta.– Como es eso? Con quien hicieron eso?.
— Pues nos fuimos a un hotel y el llamo a una chica de compañía y ella fue hasta nuestra habitación y lo hicimos.
— Pero los tres? Y el se lo hizo a las dos?.- no sabía que preguntas hacer, tenía miles en mente.
— No ella sólo me lo hacía a mi y el veía y luego el me lo hacía a mi con ella, pero no lo deje que se lo hiciera a ella.- el efecto del alcohol se había desvanecido y se notaba lo apenada que estaba.– Y la verdad no me arrepiento fue algo divino pero ese imbécil no se merecía que yo hiciera todo eso por el.
— Janeth no te lo puedo creer, jamás te habría imaginado a ti capaz de algo así.- me tome todo lo que quedaba del trago para intentar asimilar todo lo que ahora sabía.
Era la primera vez en la vida que nos abríamos tanto como amigas, ella me seguía relatando las cosas amargas que le hizo pasar y de pronto considere que era el momento también de contarle a ella mi gran secreto al igual que ella me había contado el suyo.
— Pues yo también tengo un gran secreto que contarte Janeth, pero el mío es mil veces más complicado que el tuyo.- sentía un temor grandísimo de revelarlo.
— Ay por favor Vanessa te lo he contado todo.- su cara era como si no pudiera decir algo más fuerte que lo suyo.- No me digas que también lo hiciste con otra mujer?.
— Pues no, es más complicado.
— No me digas que lo hiciste con tu padrastro?.- dijo eso y soltó la risa.
— Pues eso tampoco, pero desde ayer mi padrastro tiene un comportamiento muy raro también.- me reí llena de nervios.- Pero eso no es.
— Bueno dimeee!.
— Pues.- me arme de valor tomando aire.– Lo hice con mi hermanito.
— Hiciste que?.- se acerco y se sentó en la silla de la computadora mirándome con los ojos bien abiertos.
— Tuve sexo con mi hermanito.
— Whaaaat?, ok me superaste, tu me vas a decir ahora mismo que fue lo que paso.
Comencé a relatarle como había sido desde la primera vez, con detalles de cada cosa. Estaba sonrojada mientras le contaba y ella parecía una metralleta de preguntas. Llegamos al día que lo hice con mi hermanito y su amiguito.
— No no ya va Vanessa hay que hacer una pausa porque esto esta demasiado interesante.- se levanto de la silla y agarro el vaso.– Vamos a buscar más hielo.
Las dos salimos riendo del cuarto, no dejaba de elogiarme por ser tan sádica y atrevida. Yo pensaba que ella me diría lo peor y resulto que ahora era su heroína por ser tan atrevida.
Al llegar a la cocina y mientras sacábamos el hielo de las cubetas mi hermanito entro en la cocina. Janeth se volteó y se acercó para saludarlo.
— Holaaaa mi Daniel bello.- le dio un beso en la mejilla y lo abrazo pegando todo su cuerpo contra el de ella.
Me dio risa y mi hermanito se puso rojo, era evidente que también le gustaba Janeth y que no esperaba de ella un saludo tan cariñoso.
Janeth volteo a mirarme sonriendo cómplice porque ya sabía que lo había después de saber lo que le había confesado. Mi hermanito agarro un refresco de la nevera y a fue a su cuarto y nosotras nos quedamos en la cocina sirviendo el trago.
— No deberías tomar más Janeth, te estas comportando sospechosa.- le dile riendo.
— Jamás se me habría ocurrido hacerlo con un niño.- me dijo ignorado por completo lo que le sugerí.
— Claro con mi hermanito y con su amigo porque son de confianza.
— Estas loca.- se veía que le gustaba mi locura.– Pero esta demasiado bueno porque es algo completamente diferente y más que nadie sospecharía.
— Aparte que los puedes educar en el sexo a tu gusto, como si los entrenarás.- las dos nos reímos al decirle eso.
— Estas demasiado puta Vane.
— Las dos porque tu no te quedas atrás.- las carcajadas ahora sonaban por toda la casa.
Nos fuimos al cuarto nuevamente y deje a mi amiga en el cuarto mientras iba al baño un momento, al regresar, me consigo a Janeth sentada en mi computadora para poner música y justamente estaba abriendo el estuche del cd que había dejado mi padrastro esa mañana.
— Noooo Janeth eso no es música.- dije sujetando la caja e intentando no dejarle poner el cd que ni yo había visto aún.
Indudablemente se asusto por mi reacción y no tuve más opciones que explicarle que mi padrastro había visto una película porno de el en mi cuarto, pero que esa película la tenía mi hermanito y que después de hablar conmigo y yo confesarle que la tenía Daniel y que fui yo quien la encontró, hoy en la mañana el había pasado por mi cuarto a dejarme esa película, la cual no había visto y tampoco tenía ganas de ver.
La cara de Janeth de incredulidad era tremenda, por unos segundos se quedo sin saber que decir:
— Vane tu me estas inventando eso.
— Te lo juro por lo más sagrado que es verdad.- dije mirándola fijamente a los ojos.
— Es decir que tu padrastro también te quiere coger.- la sonrisa de maldad de Janeth.
— Cállate idiota eso no es así.- me molesto ese comentario.
— No?! Y entonces porque te dejo este cd porno en tu cuarto?.
— Ni pretendo hablar de eso así que dejemos ese tema a un lado.
La idea de que mi padrastro me viera con ganas de sexo era perturbadora, no era un hombre feo, pero aparte de no estar entre mis gustos, era el esposo de mi mama.
Después de unos minutos me convenció para verla, colocamos el cd y de inmediato comenzó la película. La trama era parecida a la otra que tenía mi hermanito, pero esta iniciaba en un colegio, una alumna tenía sexo con el profesor, vimos la escena completa las dos y me sentía algo extraña al estar viendo eso con otra chica aunque fuera mi mejor amiga. Luego la siguiente escena eran dos alumnas con un chico que era entrenador, fue inmediato que las dos nos vimos y pensamos lo mismo, nos reímos:
— Estas pensando lo mismo que yo?.- dijo Janeth.
— Tu estas demente.- le respondí riéndome, yo estaba pensando en mi hermanito y creo que ella también.
— Las dos estamos dementes querrás decir.
Una de las chicas comenzó a hacerle sexo oral a la otra y Janeth me comenzó a explicar lo rico que se sentía que otra chica lo haga, nuevamente me comenzó a explicar su experiencia cuando tuvo sexo con la mujer y su novio.
Claro que lo había pensado en alguna ocasión, pero no me atrevería a hacer algo así, o al menos no aún, no se si estaba preparada para eso.
— Dile a tu hermanito que venga.- dijo poniéndole pausa al video.
— No vale estas loca!.- sentía celos que estuviéramos las dos no se porque.
En ese momento llegaron mis papas a casa, las dos saltamos del susto, cerró el video y colocamos música, nos pusimos tan nerviosas que nos dio por reírnos. Escondimos la botella en mi armario y nos pusimos a hablar como si nada.
Entro mi mama a saludar, tenía tiempo sin ver a mi mejor amiga y hablaron un ratico y a los minutos entró mi padrastro, saludo de un beso a las dos, a mi jamás me saludaba así y ese día no se que le paso, claramente noté que su mirada fue directo al escritorio donde estaba la carátula de la película que el había dejado, que ahora estaba abierta y sin el cd adentro. Lo primero que pensé fue "Que idiotas somos, guardamos todo menos eso", sabía que pensaría que las dos estábamos viendo el video y su sonrisa al mirarme confirmó mis sospechas.
Nos sentamos en la sala a hablar con mi mama y Janeth le comento que había terminado con el novio y que por ese motivo estaba en casa, pues le estaba dando apoyo moral. Mi padrastro escucho eso y ahora yo podía notar sus reacciones con más claridad, era evidente que le gustaba lo que escuchaba, en ocasiones capture a mi padrastro viéndome a mi y a Janeth y detallando nuestros cuerpos. Resulta que me molestaba que siendo el esposo de mi mama nos viera a nosotras con esa mirada, aunque me gustaba que fuera yo, debía reconocerlo, me gustaba porque me hacia sentir más atractiva, me sentía sensual y capaz de gustarle a cualquier hombre sin importar la edad.
Esa tarde cenamos en casa todos y después Janeth salió a su casa como a las 8 de la noche. Baje a despedirla y no tocamos ninguno de los temas de esa tarde. Últimamente mis días se habían vuelto bastante extraños y todo tenía que ver con el sexo.
Esa noche me quede hasta tarde ordenando mis cosas de la universidad, ya eran las 12 de la noche y me recordé que aún la película estaba dentro de la computadora, coloque los audífonos y continúe viéndola.
Llegue a la escena donde dos alumnas lo hacían con un chico y luego vino la nueva parte donde la protagonista llegaba a casa y su papá la estaba esperando y después de unas cosas comenzó a hacerle sexo oral, su papá la tocaba y luego lo hacían de todas las formas posibles. Veía todo eso y era inevitable imaginar a mi padrastro y yo haciendo lo mismo. No podía creer que mi mente estuviera recreando todo eso, me daba miedo pensar así, pero me excitaba al mismo tiempo.
Tenía puesto el short de mi pijama y me levanté de la silla para quitármelo, abrí mis piensa colocando mis pies sobre el escritorio y comencé a masturbarme viendo como en la película papi se cogía a su hija, me recordaba como lo había hecho con mi hermanito, con su amiguito, me imaginaba como seduciría a mi padrastro. No tardé ni 5 min en acabar.
Mientras pasaba mis dedos entre mis labios mojados, pensaba en lo que había imaginado para acabar, ya no le ponía límites a mi imaginación. Pasaba mis dedos envolviendo mi clítoris y podía sentir como estaba duro bajo la piel que lo cubre, abrí los labios bien, separándolos bastante y apretaba la entrada a mi vagina haciendo contracciones imaginando que apretaba el pene de todos en mi imaginación, por mi mente paso hasta mi ex novio, hasta llegar a Janeth, que la imagine metiendo sus dedos dentro mi. En ese momento me detuve, ya era demasiado, eso no me agrado, me incomodo pensar en ella con algo como eso.
Eran casi las tres de la mañana, "por favor Vanessa mira como te ha puesto el sexo", debía levantarme temprano y aún estaba despierta. Me coloque el short, detuve la película y salí al baño muy silenciosamente.
En el camino debía pasar primero frente al cuarto de mi hermanito, que tenía el televisor prendido y la puerta semi abierta, debía estar súper dormido seguramente, podía ver sus pies bajo la cobija.
Luego debía pasar frente al cuarto de mis padres, extrañamente la puerta no estaba cerrada completamente, la luz de lectura de de la mesa de noche de mi mama estaba prendida, lo que quería decir que estaban despiertos. Debía pasar rápidamente para evitar que me vieran despierta a esta hora, pero al pasar frente a su puerta creí ver algo que me detuvo al instante.
La cama del cuarto de mi mama y su esposo esta ubicada al final del cuarto, lo que hace que desde la puerta se vea completamente la cama. Me asomé lentamente poniendo mi cara en la pequeña abertura que quedaba entre la puerta y el marco.
No podía creer lo que estaba viendo, mi mama estaba puesta en cuatro y con las piernas bien separadas, su culo apuntaba directamente donde estaba yo. Había visto a mi madre desnuda miles de veces, pero jamás la había visto así, podía ver su vagina depilada completamente abierta y hasta la entrada de su ano, no podía creer eso, aparte mi padrastro estaba sentado de rodillas sobre la cama frente a ella completamente desnudo, claramente ella le estaba haciendo sexo oral. Se movía con fuerza y mi padrastro con una mano la sujetaba por el cabello.
Mis ojos se abrieron por completo, primera vez en mi vida veía algo así, peor aún primera vez en mi vida veía a mi mama tener sexo. Lo primero que pensé fue, que a pesar de que mi mamá tenía 45 años aún su cuerpo estaba excelentemente conservado, estaba completamente asombrada, casi no podía ni parpadear, mi padrastro hundía la cabeza de mi mama contra su cadera con tal fuerza que de pronto mi mamá se ahogó, se separó de el tosiendo incorporándose y dejó a la vista el impresionante pene de mi padrastro.
Me acomode mejor con mucho cuidado de no tocar la puerta para ver el descomunal pene que tenía el esposo de mi mama. Estaba completamente lleno de saliva, se veía brillante por la luz, no podía creer que algo tan grande y grueso mi mama se lo metiera en la boca, debía llegar muy dentro de su garganta, aparte lo grueso que era, la mano de mi madre que aún sujetaba el pene casi no lo podía cerrar por completo.
Sólo de imaginar que algo así entrara en mi vagina debía ser muy doloroso y ahora sabía de donde mi hermanito había heredado el tamaño del que ahora era un pequeño pene, pero en unos años sería así de inmenso. Sin quererlo, lo que estaba viendo me estaba excitando demasiado, me sentía como una enferma que me calentara ver a mi mama y su esposo tener sexo pero la verdad es que era muy morboso espiarlos así.
Mi mama retiró con su mano la saliva que chorreaba de su boca después de hacerle sexo oral a su esposo y la colocó en sus labios vaginales, no podía creer lo que veía de mi mama. Hablaban algo pero no podía escuchar lo que decían. Mi padrastro se acercó a ella, los dos estaban de rodillas sobre la cama, metió las manos entre las piernas de mi mama y se veía que la estaba masturbando por el movimiento de su brazo.
Desde dónde estaba no podía ver lo que hacía en la vagina de mi mama, la sujeto por el cabello nuevamente y la besaba en la boca, podía ver sus lenguas en momentos. Mi mama comenzó a agarrar sus senos y apretarlos, estiraba sus pezones y los pellizcaba con sus dedos.
— También los descubriste.- me susurro mi hermanito saliendo de su cuarto.
Me dio un susto que por poco me caigo, me moví de la puerta para que no viera el espectáculo:
— Que haces tu despierto a esta hora?.- lo sujete con fuerza por un brazo para que no se acercara más y no hiciera ruido, nos separamos hasta llegar a la puerta del cuarto de mi hermanito.
— Para ver lo que tu estabas viendo.
Lleve a mi hermanito dentro de su cuarto, no era posible que el ya había visto a mi mama y su papa hacerlo quien sabe cuantas veces. "Que esta pasando en esta casa?" Fue lo primero que pensé, desde hace semanas todo tiene que ver con sexo.
— Daniel desde cuando tu estas espiandolos?.
— Desde hace tiempo.- se puso nervioso por la forma en la que lo tenía.– Hay semanas que no los veo porque me quedo dormido, pero todas las semanas lo hacen.
— No puede ser.- ahora veía el porqué del gusto por la pornografía de mi hermanito.– Y porque no me habías dicho?.
— Si claro!! Tu querías que te dijera eso?.
Su respuesta irónica nos causó risa, bajamos la voz porque estábamos haciendo ruido.
— Vamos a ver.- me dijo sujetándome del brazo para sacarme de su cuarto.
Mi cerebro terminaría con daños, no podía creer que estaba colocándome en la puerta del cuarto de mi mama con mi hermanito, para espiar como la follaba su esposo.
Me coloque de rodillas en el piso y mi hermanito estaba de pie apoyado en el marco de la puerta. En el momento que nos acomodamos para mirar mi padrastro estaba colocando a mi mama boca arriba acostada en la cama, separo sus piernas y el se incorporó caminando de rodillas en la cama hasta colocarse frente a ella. Mientras se colocaba en esa posición pude ver con detalle su pene, como se marcaban sus venas, su glande era inmenso, pensé que esos penes eran sólo de los hombres negros. Ahora entendía porque mi mama estaba enamorada de mi padrastro, porque no era un hombre atractivo, era elegante pero no era bello, pero tenía un cuerpo conservado para su edad y un pene enorme.
Sujetó las piernas de mi mama abriéndolas todo lo que pudo, estaban casi estiradas por completo. De inmediato me coloque de pie para ver eso con detalle, estando de rodillas no podía verlo.
Al ponerme de pie hice ruido pues rocé sin querer con una uña de mi mano la puerta, nos quedamos mi hermanito y yo paralizados, el se apartó de la puerta y yo estaba parada frente a la abertura, seguramente la luz que salía del cuarto de mi madre me iluminaría, pero no me moví.
Ninguno de los dos pareció haber escuchado, podía ver como mi padrastro sujetaba su pene y lo pasaba entre los labios de la vagina de mi mama, lo coloco en su entrada y lo metió hasta el fondo de una vez.
Le arranco un pequeño grito a mi mama y a mi un corrientazo de placer al ver con detalle como entraba su pene en el cuerpo de mi mama. Sujeto por la parte interna de los muslos a mi mama y comenzó a meter y sacar su pene de ella, en ocasiones lo sacaba completamente y lo volvía a meter.
— Se dieron cuenta?.- susurro mi hermanito.
— Creo que no.- dije sin mover un pelo, estaba concentrada viendo eso con detalle.
Comenzó a embestirla con fuerza, se inclinó sobre ella y se abrazaron, se decían cosas al oído y se besaban mientras se la metía completa. Estábamos disfrutando de una película porno en vivo como par de vuyeristas mi hermanito y yo.
Cambiaron de posición, coloco a mi mama boca abajo con las piernas cerradas y el se coloco sobre ella abriendo sus piernas y quedando a la altura de su culo.
En ese momento giró su rostro a la puerta y me miro, me quede petrificada al ver que se había dado cuenta que estábamos espiandolos. Mi hermanito se quitó inmediatamente ocultándose detrás de la pared, pero yo simplemente me quede inmóvil, sólo repetía en mi cabeza "Coño! Nos vieron".
Pero mi sorpresa fue que mi padrastro me sonrió, claramente sabía que lo estaba viendo y no le importó, más bien, le gustaba. Sujetó su pene y lo levantó para que pudiera verlo desde sus bolas hasta la punta. No podía creer que este imbécil de mi padrastro estuviera haciendo eso, dejando que viéramos como se cogía a nuestra madre y disfrutando que los esperamos. Sentía molestia y al mismo tiempo un morbo terrible, estaba tan caliente.
Mi hermanito aún estaba recostado de la pared ocultándose, lo tenía sujetado por el hombro para que no se asomara aún, al voltear a verlo estaba apretando su pene sobre su pijama, el también estaba tan excitado como yo.
Mi padrastro coloco su pene entre las nalgas de mama y apretandolo entre ellas, comenzó a moverse suave frotándose en su culo, masturbandose entre sus nalgas, podía ver como salía su enorme verga entre las nalgas con cada movimiento. Se veía tan excitante eso que me arranco un gesto de placer, como cuando tomas aire juntando los dientes y pasándolo entre ellos.
Coloque a mi hermanito frente a mi indicándole que se pusiera de rodillas sujetándolo aún por su hombro. Metí más mano bajo la ropa y me tocaba mientras veía la espectacular escena, mis dedos entraban suavemente dentro de mi vagina, los movía al mismo ritmo que el frotaba su pene entre las nalgas de mi mama.
De pronto la agarro por la cadera y se la metió, las manos de mi mama que estaba boca abajo sobre la cama, sujetaron las sábanas con fuerza, su cara se elevó hacia adelante y tenía la boca abierta gimiendo mientras recibía todo ese pene dentro de ella una y otra vez. Así fue por casi un minuto hasta que mi mama metió el brazo debajo de su cuerpo llevando la mano hasta su vagina, pocos segundos después la vimos tener un orgasmo, su cuerpo temblaba y sus ojos se cerraban con mucha fuerza, jadeaba sin parar. Sólo me preguntaba cuantas veces ellos habrían tenido sexo así y yo jamás me había dado cuenta hasta ese día.
Nuevamente mire a mi hermanito que apretaba se pene con fuerza, los dos nos estábamos masturbando aún, podía ver como había mojado su pantalón de la pijama.
— Ya acabaste?.- le susurre al oído.
Movió su cabeza diciéndome que no sin emitir ningún sonido y sin perder detalle de lo que estábamos viendo. Me senté de rodilla detrás de el, abriendo mis piernas y poniendo mi cuerpo pegado al de el, baje mi mano hasta su pene, metí mi mano debajo del pantalón de su pijama y agarre su verga apartando su mano. Con mi mano derecha me frotaba mi clítoris con fuerza abriendo mis labios y con la mano izquierda sujetaba el pene de mi hermanito masturbandolo, se lo hacía rápido al mismo ritmo que movía mi otra mano en mi vagina.
No pasaron más de treinta segundos y sus bolas se contrajeron y su pene comenzó a expulsar todo el semen llenando su ropa interior y mi mano, podía sentir lo caliente de su semen y yo lo apretaba con fuerza exprimiendolo.
Mi hermanito estaba recostado contra mi cuerpo disfrutando el placer que le daba, sentía las contracciones de su verga en mi mano y veía como aún mi padrastro se cogía a mi mama con fuerza. No pude aguantar más, baje mi cabeza apoyándola del hombro de mi hermanito, metí dos dedos dentro de mi vagina y apreté la palma de mi mano contra el clítoris, los movía con fuerza y por mi mente pasaba el enorme pene de mi padrastro, me imaginaba abierta y tratando de dejarlo meter todo dentro de mi.
Un bajón como si cayera de un piso 10 lleno mi cuerpo, mis dedos los apreté con fuerza dentro de mi y varias contracciones llegaron seguidas, mi clítoris aumentó de tamaño como nunca, estaba acabando nuevamente con mucha fuerza esa noche. Saque la mano llena de semen de mi hermanito que aún tenía bajo su pijama y la lleve hasta mi vagina, mezclaba sus jugos con los míos ahora sólo acariciaba mis labios.
Era momento de retirarnos de ahí, le dije a mi hermanito que se fuera a su cuarto a cambiar y a dormir, los dos nos levantamos y el de inmediato se fue a su cuarto. Mi short estaba completamente mojado entre mis piernas, olía a sexo y estaba sudada como si hubiese hecho ejercicios.
Salí a mi cuarto y al entrar pensaba en que no había visto acabar a mi padrastro, me imaginaba que con un pene tan inmenso debía salirle una cantidad enorme de semen.
Estaba llena de ganas aún, me sentía como sucia por haber imaginado a mi padrastro, por estar llena de semen de mi hermanito, pero era una sensación extrañamente placentera sentirme así de puta, era algo rico y al mismo tiempo excesivamente sádico.
Luego pasaron dos días que intentaron ser normales, aunque me desperté en la madrugada de cada día para revisar si estaba la puerta abierta nuevamente y así volver a disfrutar del espectáculo pero no fue así.
Llego el día sábado y temprano en la mañana, como a las siete y media toco la puerta de mi cuarto mi mama para pedirme que la ayudara a ordenar unas cosas en la cocina para la cena, pues ella saldría a comprar unas cosas. En lugar de pensar en las cosas que debía hacer, lo primero que pensé es en que estaría sola con mi hermanito y tenía unas ganas enormes de tener sexo.
Apenas escuche que salieron, me fui al baño a cepillarme y de una vez entré en el cuarto de mi hermanito, estaba aún dormido. Me quite mi short de pijama y el top que tenía y quede completamente desnuda, me acosté a su lado levantando la cobija que lo arropaba y lo abrace besándolo suavemente en la nuca, llegue hasta sus oídos y le decía suavemente que se despertara dándole mordisquitos suaves.
Abrió sus ojos sin decir nada y bajes mis manos para quitarle el monito de la pijama, me ayudo levantando su cadera para deslizarlo hasta sus rodillas y luego giró su cuerpo para quedar boca arriba. Mi sorpresa fue muy agradable al llevar mi mano hasta su pene y sentir que estaba súper duro, lo apreté entre mis dedos y estire su piel hacia abajo. Pegue mi cuerpo al suyo para que sintiera que estaba desnuda, senos estaban casi a la altura de su carita, solté su pene y quite la cobija para que pudiera ver todo mi cuerpo, sujete su mano derecha y la coloque en mi cadera para que me tocara, de inmediato comenzó a acariciarme sobando mi piel muy suavemente, sujete mi seno izquierdo y apretándolo un poco acerque mi pezón hasta su boca rozándolo en sus labios, la abrió lentamente y mi botonsito se ponía grande haciendo que mi pezón apuntara dentro de su boca. Sin decirle nada comenzó a chuparlo suave, su boca abarcaba mi pequeño, rosado y duro aro del pezón, se sentían unas cosquillas divinas su suave boquita tibia haciendo eso.
Abrí sus piernas un poco y subiendo mi pierna izquierda coloque la suya entre las mías, su muslo pegaba de los labios de mi vagina, su piel estaba caliente y yo de inmediato estaba excitada tan fácilmente. Sujete nuevamente su pene y comencé a masturbarlo pero muy suavemente, quería que durará y acabará con mucha fuerza hoy.
Subía la piel de su pene hasta que casi cubría todo su glande, de sentía tan suave y su pene estaba como siempre tan duro. Movía mis caderas suave para frotar los labios de mi vagina contra su muslo, de momentos volteaba a verlo como chupaba mi pezón sin parar, era una imagen tan morbosamente divina que hacía que me mojara aún más.
Apreté su pierna entre las mías y con mi mano aparte su otra pierna abriéndolo mucho más, baje mis manos hasta sus bolitas y lleve mis dedos sin querer tan atrás que toque su ano, pude sentir como lo apretó contrayendo sus músculos, me asombro esa reacción.
— Te gusta?.- le pregunte porque no quería hacerle algo que no le gustara.
— Si se siente rico.- saco mi pezón de su boca y subió la cabeza para ver como lo tocaba.
— Seguro lo vas a tener grande como tu papa, ya lo tienes bien grueso.- y de verdad era grueso, incluso creo que para su edad tenía un grosor bastante grande aunque todavía no era tan largo.
Me separe de el sentandome de rodillas entre sus piernas, las abrí un poco y me acosté sobre la cama, mi cadera quedo fuera de la cama y mis rodillas tocaron el piso frío, quede apoyada con los codos sobre la cama frente a su pene que apuntaba ligeramente hacia arriba y con todas las venitas marcadas. Lo tome desde la base y comencé a darle besitos chiquitos, primero en su glande estirando la piel hacia abajo, me coloque de lado y comencé a besarle su verguita por los costados, mordiendola suavemente en ocaciones. Llegue hasta sus bolas y me las metí en la boca completas, de inmediato se arrugaron en mi lengua poniéndose duras, subí con mi lengua hasta la punta de su pene y me lo metí en la boca completo hasta su base, tocaba el inicio de mi garganta, estaba caliente y suave, mi lengua lo recorría cada vez que lo introducía todo en mi boca. Podía sacar mi lengua un poco cuando lo tenía completamente adentro y tocaba sus bolitas.
Lo saque tratando de dejarlo sólo húmedo, trague toda la saliva para saborear los jugos que salían de su pene por la excitación, lo sujete en mi mano y quedaba sólo la punta completa fuera de mis dedos, empujé sus piernas para atrás indicándole que las subiera para que quedara completamente abierto. Jamás había visto el ano de un chico así tan de cerca, jamás se me habría ocurrido colocar a un chico con su culo abierto frente a mi, pero su ano era suave, limpio, era claro, no tenía ni un sólo pelito.
Acerque mi cara y chupe suave, lentamente pero muy profundamente el espacio que hay entre sus bolas y su ano, en mi mano pude sentir como su pene se movió como un espasmo de placer. Subí mis ojos para verlo y su cara estaba inclinada viéndome con la boca abierta, no hacía más nada que verme detenidamente y aguantaba sus piernas casi llevándolas hasta su pecho. Mientras lo mire unos segundos seguí besando sus bolas y toda su entrepierna, nunca jamás había besado y lamido esa parte de un chico, pero con el me sentía en confianza de hacerlo aunque no lo había planeado.
Sin pensarlo baje mi boca poco a poco hasta llegar a tocar su ano con los labios, podía sentir los pliegues de su entrada y la forma en que lo apretaba y se movía con el contacto de mi boca.
Jamás se me habría ocurrido poner mi boca en el ano de alguien, no sentía asco para nada, pero era una sensación muy rara lo que estaba haciendo. Quería inspeccionar el sabor antes de seguir, solté su pene y abrí mi mano apoyándola en su abdomen, abrí mi boca y pase la punta de mi lengua justo por el huequito de su culo, nuevamente lo apretó y lo relajo rápidamente, metí mi lengua esperando el sabor, pero simplemente era salado pero nada nuevo. Lo lamí suavemente pero ahora con toda mi lengua, mordió la parte interna de sus nalgas suavemente y volví a lamer su ano, no podía creer en mi cabeza que estuviera haciéndole sexo oral en el culo a mi hermanito, pero a el parecía encantarle porque su respiración era muy acelerada y su pene se tambaleaba contrayenfolo de la excitación.
No me aguante y me comencé a tocar, subí mi pierna en la cama y el borde del colchón tocaba justo la piel de mis labios internos que se abrieron al separar nos piernas, el sólo roce del borde se sentía divino. Continúe haciéndole sexo oral lamiendo su ano y de pronto en la punta de su pene salió una inmensa gota de agua, era su líquido pre seminal producto de la fuerte excitación, subí mi cabeza y con mis dedos incline su pene en dirección a mi boca, metí sólo su glande dentro y succione con fuerza exprimiendo toda el agüita que estaba dentro. Su cabeza se inclinó hacia atrás y su ojos se cerraron con fuerza, un jadeo salió de su boca y ese gesto me puso a mil, estaba llevando a mi hermanito al máximo del placer, de lo seguí haciendo por unos segundos hasta que sentí que estaba cerca de acabar y me detuve.
— No quiero que acabes aún.- le dije subiéndome a la cama y viendo como aún mantenía sus piernas abiertas.– Deja tus piernas así.
Quería que mantuviera sus pierna flexionadas con sus rodillas a cada lado de su pecho, abrí mis piernas colocándome sobre el, sujete su pene con mis dedos apuntando había arriba y baje suavemente metiendo de una vez todo completo dentro de mi. En esa posición en la que estaba su verga quedaba completamente expuesta hasta sus bolitas, que al meterlo completo pegaban contra mis labios. Me apoye de la parte posterior de sus muslos con mis manos y comencé a moverme suave metiéndolo y sacándolo, varias veces se salió pero Daniel ya sabía como acomodar el pene poniéndolo derecho con sus dedos para que pudiera meterlo nuevamente.
Llego el momento en el que ya tenía calculado el largo, así me movía más rápido y ya no dejaba que saliera, sentía con cada embestida como sus bolitas tocaban mi ano, eso se sentía divino. Estábamos concentrados viéndonos, volteábamos a ver como entraba y salía su pene de mi vagina y luego nos veíamos a la cara para ver nuestros gestos, podía ver en sus gestos las ganas de acabar.
De pronto sonó la puerta de la entrada de la casa cerrandose, mi corazón por poco se sale de mi pecho, me tire a su lado en la cama sacando su pene de mi vagina de golpe, los dos nos pusimos muy nerviosos. Sujete la cobija cubriéndonos a los dos que estábamos desnudos, su pene aún estaba duro como la piedra, tome el control remoto del televisor que estaba a un lado de la almohada y lo prendí para simular que veíamos televisión.
Todo esto paso sólo en segundos, pude escuchar el sonido de las llaves, eran las de mi padrastro que siempre las dejaba sobre la mesa y eso me permitió identificarlo.
Escuchaba el sonido de sus zapatos deportivos en el piso mientras caminaba, subí la cobija tapándome hasta el cuello y mirando hacia la puerta abierta del cuarto. Por desgracia todo había pasado demasiado rápido, el short, la panty y la camisa de mi pijama estaban tiradas en mitad del cuarto en el piso, mi corazón latía a mil por hora, no podía creer que esto estuviera pasando.
Como era de esperar mi padrastro llego directo al cuarto de mi hermanito.
— Ya están despiertos?.- dijo sonriendo y entrando lentamente al cuarto, su cara de sorpresa al verme ahí fue extraña pues tenía bastante tiempo que no me había visto en el cuarto de mi hermanito.
— Buenos días. Si mama nos despertó con el ruido al salir.- respondí mirando al televisor donde estaba Bob Esponja diciendo cosas que mis nervios no me permitían escuchar.
— Buenos días.- se acercó a donde estaba Daniel y le dio un beso en la frente.– Hoy tenemos invitados creo, tu mama te dijo?.- se incorporó nuevamente poniéndose de pie. Creo que sintió el sudor en mi hermanito, aparte que imagino que había olor a sexo en el ambiente, algo noto y al estar de pie se dio cuenta que mi ropa de dormir estaba en el piso.
— Si me dijo que la ayudara con unas verduras y cosas que debo preparar.- trate de sonar lo más normal pero mis ojos brincaban del televisor a su cara tratando de que ese momento terminara.
Se asomó por la ventana, imagino para asegurar que el carro de mamá no estuviera en su puesto, estaba segura que el sabía que algo estaba pasando. No me perdonaba haber dejado la ropa en el piso, estaba que casi lloraba por la situación en la que estaba ahora, ni me atrevía a mirar a mi hermanito que estaba justo a mi lado en su pequeña cama.
Mi padrastro aparto la silla del escritorio de mi hermanito y se sentó en ella, no dijo una sola palabra en casi treinta segundos, que en una situación así era una eternidad.
Se apoyo con sus codos en las rodillas, bajo la mirada y agarro sus manos:
— Daniel apaga el televisor un momento.- su tono de voz era completamente distinto, mi corazón estaba que se salía de mi pecho. Mi hermanito apago el televisor de inmediato.– Primero les voy a decir algo para que podamos hablar con calma. Quiero que sepan que en mi pueden confiar los dos y Daniel sabe que es así, pues te he dejado que tomes algunas cosas para que aprendas.- fue inevitable voltear a ver a mi hermanito, pues pensé que las cosas porno de su papá que tenía en su cuarto las tomaba a escondidas y ahora resultaba que eran bajo el permiso de su papa.– Y los dos imaginarán que mamá no estaría de acuerdo con eso y ya tu Vanessa sabes de qué hablo porque ya hablamos de este tema.
Mi gesto fue mover la cabeza de forma afirmativa simplemente y él continuó.
— Quiero que los dos entiendan que en mi pueden confiar para este tipo de cosas con toda libertad, pero que debe seguir siendo un secreto para mama.- era evidente que sabía que algo pasaba entre mi hermanito y yo.– Y tu Vanessa quiero que entiendas que tienes una responsabilidad al hacer esto y educar a tu hermano en el sexo, más que un juego es algo con lo que debe aprender lo que se debe hacer, pues así cuando sea grande tiene que ser una máquina de hacer el amor.
Los dos se rieron, mi padrastro intentaba romper el hielo pero a mi me costó dibujar una sonrisa en el rostro, más bien me puse roja como una tomate, ya no sentía que estaba pálida del terror.
— La conversación que tengamos de ahora en adelante con este tema tiene que ser secreto para los demás, creo que eso ya era algo lógico pero quería que quedara claro.
— Si claro.– respondimos los dos casi en coro tartamudeando.
— Se que estas desnuda bajo la cobija Vanessa porque tu pijama está en el piso y me imagino que tu.- dirigiéndose a mi hermanito.– También estas sin ropa abajo.
Los dos nos miramos nuestras caras coloradas y el espero a que yo respondiera para el hacerlo.
— Si estamos desnudos.- dije casi susurrando y mi hermanito sólo movió su cabeza afirmativamente.
— Lo estaban haciendo?.- la pregunta fue inesperada y extremadamente directa.
— Haciendo que?.- pregunte de forma estúpida, claro que sabía a que se refería, pero los nervios no me dejaban pensar. Su mirada fue claramente para no repetir nada, así que no me quedó más remedio que responder.– Si lo estábamos haciendo.
Creo que toda la sangre de mi cuerpo estaba en mi cara y mis orejas.
— Y te estas cuidando? Estas tomando pastillas?.
— Si desde hace una semana más o menos.- me sorprendió que estuviera tomado las cosas con tanta naturalidad.
— Daniel aún esta muy pequeño pero igual podría dar una sorpresa, que no queremos aún jajaja.- los tres nos reímos con ese comentario.
— Si lo se por eso comencé a tomarlas.- sujete la cobija con mis manos subiéndola y apretándola en mi cuello.
— Desde hace cuanto esta pasando esto?.- hizo la pregunta y nuevamente se puso de pie para asomarse por la ventana, mis ojos no pudieron evitar ver el bulto que se marcaba en la parte delantera de su pantalón, pero inmediatamente baje la mirada.
— Desde hace unas semanas.- le respondí, mi hermanito no decía una sola palabra ni emitía sonido alguno.
— Y a ti te gusta hacerlo Daniel?.- se ve que estaba asustado aún.
— Si.- respondió de inmediato.
— Y tu hermana es muy linda, verdad?, no sabes la suerte que tienes.
Mi hermanito se sonrió y respondió moviendo la cabeza, lo mire y también le sonreí y al volver la vista al frente estaba delante de mi padrastro, se notaba completa la forma de su pene en el pantalón, tenía puesto un mono deportivo pues se ve que había salido a hacer ejercicio y dejaba ver la forma de su pene que estaba poniéndose duro.
— Y que tal va Daniel en sus clases de sexo entonces?.- pregunto acercando la silla un poco más a la cama y sentándose aún más cerca.
— Bueeeeno este, bien.- no sabía que responder, la pena me estaba matando.– Lo hemos hecho poco así que no se que decirte.
— Tendré que darte unos tips para que aprendas.- dirigiéndose a mi hermanito.
Mi cerebro no entendía como estaba pasando esto, mis ganas de sexo habían desaparecido por completo.
— Tienes herencia por mi parte para que cuando estés más grande tengas un buen pene.- cuando dijo eso mi mente voló a la noche en la que lo vimos haciéndolo con mama, de verdad su verga estaba grabada en mi mente.– Lo demás es aprender cosas para hacer disfrutar a las mujeres.
Tenía la mirada en la cobija, no quería ver a ninguno a la cara. Mi padrastro se coloco de pie a un lado de la cama, estaba a sólo unos centímetros de mi. Levanté la mirada ahora pero viendo al frente.
— Bueno antes de bañarme le vamos a dar a tu hermana un adelanto de lo que viene en unos años.- sin esperarlo jamás, apenas dijo eso, quitó sus zapatos y sujetó el pantalón deportivo por la elástica de su cintura.
— Ayy no que vas a hacer?.- dije con nervios riéndome y girando la cara en dirección a mi hermanito, me tape con la cobija, algo en mi quería ver pero al mismo tiempo no quería que hiciera eso. Daniel se rió por mi reacción, ya el parece que se había olvidado del susto que pasamos.
— Es sólo un adelanto pequeño.- pude sentir el movimiento de su cuerpo al despojarse de la ropa.
— Ya ustedes se volvieron locos.- movía mi cabeza de forma negativa.
— Cuando este grande también se me van a marcar las venas así?.- le pregunto Daniel a su papa.
— Si se van haciendo también más grandes, sobre todo con el uso. Pero cuando esta bien duro se notan más.- no podía creer que estuviera su papa ahora dándole clases de su pene a su hijo y yo entre los dos.– Lo que pasa es que para eso se necesita una ayudadita aunque sea visual para que se ponga duro.
Eso fue una petición directa para mi.
— Ja! Si claro.- dije de forma irónica, no estaba en mis planes hacer nada con el.
— Vanessa no te pongas así, es algo normal y además todos estamos desnudos ya.
— Verdad!.- dijo también mi hermanito.
— Tu cállate.- le susurre tapándome con la cobija.
— Dale Daniel quítate para que convenzamos a tu hermana.
Lo que faltaba, ahora los dos se pondrían de acuerdo en esta situación. Jamás se me paso por la cabeza estar en un momento así y más con mi padrastro desnudo a mi lado y esperando verme desnuda a mi. Daniel se había quitado la cobija que lo tapaba y su pene estaba nuevamente erecto.
— Dale te toca a ti.- me dijo mi hermanito.
— Y te vas a poner del lado de el?.- le dije riéndome, por momentos parecía que la pena de había ido, ahora sentía una incomodidad extraña, quería irme de ahí no por mi hermanito, era por mi padrastro. No quería que esta situación se saliera de las manos y que mi mama se enterara.
Los dos comenzaron a corear "Que se la quite! Que se la quite" y me comencé a reír, nuevamente mi rostro se puso rojo y me incorporé ligeramente quedado semi sentada en la cama y al subir la mirada pude ver de cerca el enorme y grueso pene de mi padrastro a sólo unos centímetros de mi. Aún no estaba completamente duro pero aún flácido se veía grande, sus venas se marcaban por varias partes en su miembro, su glande era como una manzana. "Que coño haces detallando el pene de tu padrastro" me repetía algo dentro de mi mente mientras los dos continuaban alentandome para que me quitara la cobija y quedara desnuda. Pasaron unos segundos así hasta que:
— Bueno ya!! Si me quitó la cobija se callan y ya después nos podemos ir?.- dije con carácter pero con una sonrisa en mi cara.
— Si claro.- dijo mi padrastro.– Lo que quiero es que los dos vean como se pone de grande, pero necesito tu ayuda.
Mis ojos se iban a cada segundo hacia su pene, era complicado sólo verlo a la cara nada más.
— Ok pero sólo ver OK?.- esta vez si quería que quedara claro y los mire a los dos.
— Deja la pena que ya yo he visto miles de mujeres y tu hermanito ya te ha visto, así que no vamos a ver nada nuevo.
— Pues claro que si es algo nuevo, como yo no hay ninguna.- dije riéndome con mi ego por las nubes.
Me quite la cobija por completo, tenía mi cuerpo completamente extendido en la cama, las piernas derechas y juntas, apretaba los muslos para juntarlas más, se marcaba el triángulo de mi vagina perfectamente depilada, se veía el inicio de la separación de mis labios. Mis pechos estaban tensos y los pezones se habían puesto duros y pequeños, más por los nervios que por estimulación creo yo. Estaba completamente desnuda delante de los dos hombres de la casa.
El silencio duró unos segundos en la habitación, mis ojos se fueron directamente al rostro de mi padrastro que detallaba cada parte de mi, tenía la mirada fija en mi vientre y mi vagina.
Su pene que estaba a media erección, comenzó a llenarse y poco a poco se ponía más grande. Sólo ver eso me hizo sentir extraña, realmente podía excitar así de fácil a un hombre, mi cerebro no lo quería reconocer pero estaba calentándome el hecho de ver la reacción de mi padrastro y mi hermanito conmigo. Yo era el centro de atracción de los dos y ambos realmente disfrutaban verme.
Mire a mi hermanito que también se deleitaba viéndome y su pene como siempre ya estaba perfectamente duro.
— Como si nunca me hubieses visto.- le dije a mi hermanito sacándole la lengua en tono de chiste, cosa que el hizo también en respuesta.
— Creo que nunca nos cansaríamos de ver ese espectacular cuerpo.- dijo mi padrastro y cuando volteé su pene estaba ya completamente duro, apuntando hacia adelante. Sus venas ahora si se marcaban claramente, no pude evitar detallarlo por unos segundos.– Te gusta?.- me pregunto viendo mi cara como estaba fijamente viendo su pene, pero no respondí nada sólo baje la mirada.– Vanessa de verdad pareces una modelo.
— No seas exagerado y ya esta bueno del espectáculo, pásame mi pijama.
— Te juro que tienes un cuerpo impactante mil veces mejor que el de tu mama incluso cuando ella estaba de tu edad.
La verdad es que cuando mi mama estaba joven tenía una figura impresionante, todos querían verla, hasta mis amigos les gustaba. Eso no me molesto jamás, de hecho no le prestaba atención, pero en ese momento era una mezcla del mejor cumplido ligado con el sentimiento de culpa por lo que estaba haciendo.
Mi padrastro se inclinó para tomar mi pijama que estaba en el piso, se coloco frente a mi nuevamente.
— Mira como nos has puesto.- hacía que su pene se moviera sólo dando pequeños brinquitos.
— Jajaja esta vivo eso.- me dio risa que hiciera eso.
— Como haces eso papa?.- de inmediato Daniel se puso a su lado para aprender.
Por esos segundos me dedique a detallar el pene de los dos, más el de mi padrastro. Me preguntaba como se sentiría tener algo tan grande dentro, como sería hacerle sexo oral porque tendría que abrir mi boca al máximo. Pensaba en esas cosas pero sin que eso me excitara demasiado, simplemente eran ideas que pasaban por mi cabeza.
Por Vane
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