Todo empezó aquel fatídico día en que mis padres tuvieron ese accidente que le costó la vida a mi madre y en donde mi padre salió ileso, pero con un trauma cerebral que lo ha mantenido supuestamente inconsciente postrado en cama desde ese día. No se mueve ni abre los ojos, respira normalmente y se alimenta con mangueras con alimentos especiales.
Tengo actualmente 22 de edad, hija única de mi padre y trabajo en ventas desde mi casa. Desde ese día ya han pasado 3 largos años y han sucedido muchas cosas, así que empezaré contando que desde ese día del accidente a mi padre lo he tenido en casa en una cama especialmente grande para poder moverlo y darles sus terapias más fácil y cómodamente.
Tengo un cuerpo lo que se puede decir normal, morena algo pechugona, perdí mi virginidad a los 17 años con un novio que tuve. A mi padre todos los días lo tengo que asear con un jabón especial, cambiarle sus pañales, afeitarlo, darle masajes terapéuticos para que no se le dañe la piel, etc.
Un buen día temprano llegue a su habitación, hice el ritual de todos los días, lo desnude y le fui pasando una esponja jabonosa por su cuerpo y al pasársela por su verga fui viendo que estaba teniendo una erección, me asuste al principio porque pensé que estaba recuperando la consciencia, pero el Dr. me dijo que eso eran reflejos inconscientes y que su cuerpo era de un hombre que reaccionaba ante los estímulos. Desde ese día cada vez que lo enjabonaba su erección eran inmediata y cada día se lo veía más y más grande.
Me empece a preguntar que mi padre a quien amo era un hombre y si tenía una erección era que su cuerpo de hombre reaccionaba y de repente algún día podría recuperar el conocimiento. Me dije que al día siguiente lo iba a masturbar para ver si despertaba, así que en la mañana lo detalle: una erección inmensa, era una verga blanca de inmensas proporciones y su capullo era rosadito, lo limpie como todos los días cerré los ojos y comencé a besárselo y mamárselo, al principio sentí una vergüenza horrible, pero me mentalice que por mi padre haría lo que fuese, sentí un placer indescriptible, esa verga crecía aún más en mi boca, le agarre los testículos con una mano y con mi boca empece ese mete y saca que había aprendido con mis amantes que me llegaba más allá de la garganta. De repente sentí como unas contracciones en la verga y sabía que ya se venía, lo saque de la boca y le seguí dando con la mano cuando su pene se trasformó en un volcán y lanzo semen hacia todos lados, hasta mi cara, sabanas etc.
Los nervios y el susto me invadieron, limpie todo apresuradamente, lo volví a limpiar a él y me puse a observar otra reacción, pero nada: igual con sus ojos cerrados. Pensé que si con eso mi padre se sentiría más aliviado como macho pues se lo haría todos los días, la cosa es que poco a poco mi morbo también se me subía y ya no solo le echaba tremendos pajazos, sino que una vez sentía que cuando tenía esa monstruosidad en mi boca le di con la mano sin sacármelo y sentí un volcán de semen llenándome la boca; cerré los ojos y me lo trague todo, no solo me lo trague sino que lo termine de limpiar con mi lengua con un placer infinito.
A partir de ese día no solamente era masturbación, sino mi trago de semen caliente y abundante, a los días iba sintiendo un poco de morbo y comencé a acariciar mi clítoris cuando se lo mamaba y lejos de vergüenza lo que sentí fue los orgasmos más espectaculares de mi vida y las acabadas inmensas de mi padre en mi boca. Por mi mente empezó a pasar la idea de atender a mi padre como mujer y no como hija o enfermera, así que al día siguiente llegue desnuda, lo desnude y limpie y en el nombre de todos los santos se le puso su vergota como si fuese a explotar, como si supiese lo que le esperaba. Le pasé a mi padre mis pezones por su boca y se me pusieron durísimos, pero él ni se movía, luego le puse mi gran bollo sobre sus labios mientras se lo mamaba y en cierto momento llegue a sentir como que su lengua me rozara el clítoris lo cual me excito y a la vez me alegro.
Le dije papi lo que voy a hacer es por amor a ti y en memoria de mama: me puse arriba de semejante cohete, lo puse a frotarse con mi vagina y poco a poco empece a metérmelo viendo la cara de mi padre con la esperanza de que abriese los ojos pero nada. Sentí que ya no me cabía más verga adentro y aún le quedaba un buen trozo sin meter de lo grande que era, empece a moverme de arriba a abajo y sentí movimientos de reflejos de la cadera de mi padre que hacía que lo sintiese más adentro, así le di y le di y le di y alcance dos orgasmos. En el momento empece a sentir que mi padre se vaciaba dentro de mí y sentí ese líquido caliente que se me chorreaba para abajo de mi cuca.me baje y aun esa verga se veía inmensa y más rosada que nunca, lo limpie, lo bese y lejos de sentir pena me invadió una alegría porque era por su salud y yo estaba ocupando el lugar de mi madre y so me alegraba.
Pasaban los días y me volví la máquina de placer de mi padre y él se trasformó en mi amante secreto, lo veía desnudo y pensaba en cuanto había disfrutado mi madre de semejante vergota. Pero mi morbo crecía y crecía y un día me llevé un tubo de crema lubricante y le dije a mi papá: papi hoy este culito mío será también tuyo y serás el primer macho en hacérmelo por ahí: empece las acaricias y la erección inmensa, mientras se lo mamaba me puse la crema en mi culito y me metía el dedo para ir abriendo camino. Demás esta decir que acabe con mis dedos, me agache arriba de mi padre, puse su vergota en la puerta de mi culo que ya estaba pidiendo macho a gritos y empece a metérmelo, pero no lograba entrar y el dolor era inmenso sin poder entrar, me dije que para que yo era una mujer, que le diese duro y aguante; así lo hice lo puse en el propio huequito y de un solo bajón me metí ese monstruoso vergón, grite mucho del dolor que sentí, era como si me hubiesen metido un autobús, pero a lo ancho, llore del dolor y también sentí que sangraba, pero ya estaba hecho y empece un sube y baja suavecito al principio y más rápido en la medida que el orgasmo se me acercaba y vaciarse mi padre en mi culito y acabar yo al mismo tiempo, fue lo más espectacular que haya sentido, nunca me imagine que al sacarme la verga del culito mi padre, la sabana y mi culito estaban llenos de sangre, de semen y de caca que me toco limpiar a mí.
Lo cierto en que nos trasformamos en amantes espectaculares, el dormido e inconsciente y yo bien despierta y contenta de ayudar a mi padre y de disfrutar su cuerpo. Él ha sido mi único hombre desde entonces.
Pero por andar de complaciente me olvide que soy una mujer y nunca tome precauciones de ningún tipo, y un mes no me vino la regla y empece a preocuparme, y mi preocupación se transformó en realidad: estaba embarazada y embarazada de mi propio padre. Una lluvia de malos pensamientos invadió mi mente: ¿Abortar? ¿Qué dirá la gente? ¿Nacerá defectuosos? Y todas esas cosas que se dicen. Lo cierto es que me dije: este será la máxima demostración de amor que le puedo dar a mi padre y así fue.
Es un varón totalmente sano, es mi amado hijo y también es mi hermano. Mi padre sigue igual y yo seguiré siendo su amante y estoy convencida de que esta terapia de sexo hará que despierte algún día.
Anónimo
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