Esta historia es totalmente real, algunos detalles los he olvidado a los largo de los años, pero me he decidido a contarla, pues me quema por dentro. Mi nombre es Frida, actualmente tengo 21 años, y el relato, pasó hace unos cuatro años, cuando tenía yo 17. En esos tiempos, vivía con mi mamá, en una colonia muy cercana a la calz. De Tlalpan en el DF de México, y ahí nos visitaba cada fin de semana mi hermana y su esposo, ellos rondaban los 32 años. Mi cuñado Eddy, me conoció cuando yo tenía 10 u 11 años, siempre fue muy atento y cariñoso conmigo, y al pasar de los años siempre hubo una buena relación. Mi cuñado es alto, moreno claro, como 1.80 m. de un cuerpo marcado, no mucho, pero se mantiene, me encantaba cuando llegaba con ropa deportiva, una pants que se le ajustaba bien, se le notaban una duras nalgas, lo cual note como a los quince años, cuando me empezaban a gustar los chicos. En algunas pocas ocasiones, me acaricie mientras pensaba en él, ya que me encantaba cuando me saludaba y me besaba en la mejilla, me tomaba con sus dos grandes manos y me daba un rico beso, mientras me raspaba un poco con su barba.
Así, desde los quince años, lo mire con otros ojos, pero nada serio, y siempre pensé que el me miraba de manera normal, hasta me sentía un poco culpable por verlo así. A los 16 mi cuerpo comenzó a cambiar de manera contundente, a excepción de mis senos que crecieron de forma moderada aunque con buena forma, mis caderas se hicieron bastantes anchas, quede bien acinturada y de verdad, no por echarme flores, mis nalgas están desde entonces bien paraditas y redonditas. Cuando cumplí los 16, se organizó una reunión en un antro, pequeño y fueron algunos amigos y mi familia, por supuesto fue mi hermana y mi cuñado, quien se veía tan guapo, tan rico y wooow. En el momento, de que me entregaron mi presente, primero me abrazo mi hermana, y después él, que por primera vez vi que sus ojos recorrieron mi cuerpo con un toque de deseo, pues yo iba vestida con una blusa que dejaba desnudo mi hombro izquierdo y llevaba un hotpants ultrajustado de color caqui, con zapatos de plataforma, muy lindos. Se acercó a mí, y me abrazo, con tan rico, tan fuerte, que me quede un ratito abrazada de él, quien me tomo de la cintura y me acaricio parte de la espalda, mientras me acerco a su pecho, que note, palpitaba algo acelerado; al final del abrazo, me dio un beso, un beso en la comisura de los labios y muy lento, lo cual me hizo sentir un sensación de calor, tan intensa, tan rica, que en verdad que sentí como me humedecí, grrrrr.
La fiesta estuvo muy divertida, y ya en la madrugada algunos amigos se marcharon y mi hermana se fue con mi mamá, pues ya estaban cansadas, en eso mi cuñado acuerda con mi mamá que el me llevará a casa, que no se preocuparan. Me volteo a ver de reojo, de forma coqueta y yo asentí con la cabeza. Después de un rato, me senté a descansar y se acercó mi cuñado, que ya traía unas copas de más (igual que yo, aunque menos), se sentó y me acarició la pierna muy levemente, lo que hizo que sintiera un relámpago en mi ser. Me dijo que la fiesta en el antro se había puesto muy bien y que yo había sido la reina de la noche, me dijo que me veía muy hermosa y linda, muy linda, a lo que pregunte, sólo linda??…y el sin reparo contesto, la verdad que no sólo te ves linda, te ves buenísima, una hermosa mujer y que te caes de buena; lo que hizo que me sonrojará un poco y me sentí súper halagada y la verdad que me calentó un poquito más. Como ya era tarde, y estaba cercana la hora de cerrar, pusieron música más tranquila y mi cuñado me dice-vamos a bailar princesa, me das el honor de hacerlo-, por supuesto que sí, no dude ni un segundo.
Me levante y él lo hizo lentamente, cuando voltee vi como me miraba y recorría mi cuerpo, sus ojos reflejaban un alto grado de lujuria, lo que me hizo tener una reacción casi innata, y comencé a caminar de forma lenta y provocativa hacía la pista, moviendo un poco más la caderas, lo que hizo que mi cuñado caminará tras de mi, casi hipnotizado por el movimiento de mis nalgas, y en verdad que esa forma de sentir su deseo, me hizo mojar un poquito más. Una vez en la pista, mi cuñado me paso su mano para tomarme la espalda, lo cual hizo lentamente y pasando cada dedo en mi espalda baja, prácticamente me estaba abrazando apenas arriba de mis caderas, casi tocando las nalgas y de un pequeño jaloncito, me acerco a él, quedando muy pegadito mi cuerpo a su cuerpo, y de inmediato sentí la dureza de su verga, que casi salía de su pantalón, por cierto un pantalón de casimir, muy delgado y de alta sensibilidad, pues cuando me acercaba más a él casi definía su tamaño y su excitación. Así, mientras bailábamos, me acariciaba un poco la espalda y me jalaba un poquito mas a su torso, en un momento su cara se acercó mucho a la mía y percibí su rica grafancia- me estaba volviendo loca de excitación con ese hombre, que hacía tiempo me gustaba-mientras bailábamos, le tocaba el brazo y se sentía la dureza de sus músculos, lo que enloquecía más y él hábilmente se llevaba en el baile a la zona más alejada de pista, de hecho era la zona más oscura, alejada de mis últimos amigos que quedaban en el antro.
Ya casi al final de la pieza, sus dos brazos rodeaban mi cintura y mi cuerpo en automático reaccionó arqueándose hacía su cuerpo, y mis brazos rodearon su nuca; a lo que el respondió abrazándome fuerte y acercando sus labios lentamente me planto el beso más tierno y más caliente que haya sentido en mi vida, pues al sentir sus labios mi boca reacción dando mi lengua y entregando un beso pasional, lleno de intensión y altamente jugosos. Nos besamos de manera intensa por más de 15 minutos, comenzando a manosearnos de manera mutua, el me tocaba con maestría mi cuello y mi espalda desnuda y yo metí mi mano a su camisa, para tocar su pecho bien formado y tocar con mis uñas su torso, que se movía al ritmo de su corazón.
No tardo mucho, cuando comenzó a tomar con sus manos cada una de mis nalgas, lo cual hizo con una firmeza y cierto grado de rudeza que me encanto, y me jalo hacía el para emparejar su verga y mi vulva, iniciando un roce exquisito que yo correspondí, sujetándome de sus bien formadas y duras nalgas-cosa que había imaginado y soñado en más de una ocasión- y también lo jalé hacía mí. Empezó un jugueteo intenso, olvidando el lugar donde estábamos y nuestro lazo familiar; mi mente volaba y mi mente soñaba con sentir su piel en mi piel, su carne en mi carne, estaba apunto de estallar!!!. Todo me calentaba, sus caricias, sus besos, sus susurros donde me decía los Diosa que era y la forma en que deseaba mi cuerpo y lo que me quería hacer, uffff.
Cuando pude, reacciones y vi que casi todos se habían ido, no se si mis amigos me vieron en acción o no, pero ya no estaban, vi la hora, eran casi las 5, y mi cuñado me dijo de inmediato, vayámonos, no te vayan a regañar. Tomamos las cosas y salimos a su auto, sin decir nada, subimos y de inmediato me beso intenso y me dijo que era lo mejor que le había pasado, que me deseaba y que quería acurrucarme en su pecho, yo estaba encantada y mi única respuesta fue, llévame a donde quieras. Eddy, no tardo ni un segundo en reaccionar y aceleró para llegar en 5 minutos al hotel más cercano- un buen hotel por cierto, y nos dirigimos directo al cuarto, alfombrado y con un jacuzzi al fondo.
Apenas cerro la puerta me abalance sobre mi cuñado, quien me recibió cargando prácticamente, mientras yo le besaba el cuello y le desabotonaba la camisas, besándole sus tetillas y acariciando sus abdomen y piernas, estaba excitadísima y comencé a quitarle la camisa, woow que rica espalda y brazos fuertes, estaba ardiendo, él se quejaba tan rico que le arranque el cinturón y le baje los pantalones; ahí fue donde me di cuenta en lo que me había metido, ya que debajo de esos boxers grises, se notaba un bulto enorme, algo totalmente erecto, algo que me asustaba y me excitaba al mismo tiempo.
Al ver mi cara de sorpresa, se acercó a mí, me beso y me tomo de mi cintura, para comenzar a besarme del cuello, de los hombros, de los brazos y quitarme tiernamente mi blusa, cuando me vio con ese sostén rojo, de encaje su cara cambio y a mi parecer su excitación aumento, pues se dirigió directo a mis pezones y comenzó a chuparlos, dejando de lado mi sostén; era como un desquiciado y a mi me volvía un ser sin razón, me encantaba que me mordiera y me chupará y comencé a responde con gemido automáticos, abrazando y aferrando a su espalda con mi uñas. El calor seguía aumentando y de pronto lo separe de mi cuerpo, pues ya quería descubrir su hombría debajo del bóxer, me retire, me hinqué y comencé a besarle la parte baja del abdomen, mientras baja lentamente el bóxer que se ajustaba perfecto a sus piernas. Cuando acabe de descubrirlo, me sorprendí aun más, mi cuñado estaba totalmente rasurado, ni un solo pelillo, lo cual hacía que las dimensiones de verga se notarán más, era impresionante para mí ver ese pene medio curvo y súper erecto, con sus dos bolas colgando, era como una peli porno. Así hincada, inicie por tomarlo desde la base y sobarlo suavemente, muy suavemente mientras él se dirigía al sillón de la sala de estar del cuarto, y sentó mientras yo veía su cara de disfrute. Le seguía sobando y masturbando cuando me dijo con una voz súper excitada –chúpamelo princesa, métetela toda en la boca, anda hermosa, que quiero sentir tus labios en mi verga!!!
Dudando un poco, me acerque a su erecto pene, y le tire dos lengüetazos en la barra de carne, cosa que no me entusiasmo tanto y sin pensarlo tanto mis labios rodearon esa cabeza hinchada y roja, y primera reacción de un poco de asco, al sentir un saborcillo salado y fuerte, me aleje y viendo como cerraba sus ojos de placer, no tuve otra que volver a mamar un poco la cabeza y metérmelo un poco a la boca, y comencé a mover mi lengua lentamente, mientras le tocaba sus dos huevos duros con mis uñas; después de unos tres minutos como máximo y al oír sus gemidos, me levante y le dije, -Eddy, mi vida, estoy súper caliente, pero esto no me gusta mucho, no me agrada el sabor y siento que me ahogo. Lo que hizo en seguida mi cuñado me convenció del todo, me dijo- no te preocupes Frida, preciosa, eres un sueño anhelado, jamás haría algo sin que te guste, pues eres un ángel, ahora yo te hare disfrutar a ti.
Comenzó por quitarme el hotpants, a lo cual no tuvo mucho que hacer, pues se deslizo fácilmente sobre mis piernas y muslos. Me sorprendió que me pidiera que no me quitará los zapatos de plataforma, que le encantaba verme así; cuando por fin estuve desnuda, bueno solo en tanga (una roja muy coqueta, que aun conservo) me quedo mirando y empezó a besarme desde mis pantorrillas, mis rodillas, me mordisqueaba, ahhh que rico!!!, para continuar con mis muslos, que tomo con fuerza mientras me besaba y me acariciaba las nalgas. Yo no dejaba de gemir muy intenso y sentía que perdía la respiración, mientras su lengua se acercaba a mi entrepierna, y sus manos separaban mis nalgas cual dos melones y sus dedos casi alcanzaban mi anito que ya estaba bien jugosos. Me fue llevando lentamente a la cama y me recostó con ternura para seguirme besando las piernas muy cercano a mi pubis, a lo cual procedió algo muy intenso, pues su juguetona lengua paso por encima de mis labios vaginales, muy lento, aun encima de mi tanga, y cuando llego a rozar mi clítoris con la punta de su lengua, casi me sentí morir, era la primera vez que un hombre me tocaba con su lengua, fue increíble. De inmediato noto la tensión de mi cuerpo y supo que había tocado el lugar preciso y procedió a darme una monumental mamada, una sensación que transformaba mi mente y mi deseo, una experiencia que nunca antes había vivido.
Mi amante estuvo lamiéndome, chupándome, mordisqueándome, succionándome y acariciándome por un buen rato, hasta que ya no era dueña de mi, mi gritos se hicieron muy intensos, cuando me tomo de la nalgas con fuerza y no se despego de mi vulva y movió esa lengua tiesa y húmeda tan rico que tuve la convulsión orgásmica más intensa que recuerdo. En verdad, fue la primera vez que vi estrellitas en una venida tan rica, tan dulce, tan intensa. Lo recuerdo aun me pongo cachonda de solo hacerlo. Lo mas excitante fue que mi orgasmo duro un buen rato y mi cuñado era un experto para mantenerlo y prolongarlo, ya que su forma de utilizar las lengua y sus manos es maravillosa.
Cuando finalmente mi espasmo finalizo, se acercó tiernamente a mí, me cargo y me colocó sobre el otro extremo de la cama, acomodo mi almohada, me recostó y se puso detrás de mi para abrazarme tiernamente y besarme muy lento la espalda. La intensidad del orgasmo me había dejado totalmente extasiada, pero aun así logre percibir lo dura de verga, pegada a mis nalgas, y abrazando firmemente me quede dormitando en sus brazos.
Mi siesta duro como 45 minutos, cuando la luz del sol, me llegaba a la cara. Me incorporé y vi a mi cuñado con una cara tan linda, dormido, tan guapo, tan sexy, que no lo pensé y lo desperté con un rico y cachondo beso, quien no tardo en activarse y de inmediato note la dureza de su instrumento, listo para atacarme, mi reacción primaria fue seguirlo besando y lo coloque boca arriba y me subí en él, mi cuerpo estaba encima de esos músculos tensos y sentí su verga palpitar en parte de mi pubis y mi abdomen, -ya había alcanzado una erección total-nuestro cachondeo subió rápidamente de intensidad y yo sentía como su verga durísima, buscaba acomodarse muy cerca de mi entrada, para poseerme, y no tuve opción que acercarme a su oído y decirle que era virgen, y que no sabia que quería perder ya mi virginidad, que me encantaba, pero que temía quedar embarazada o algo así. Esto lo dejo helado a él y a mí, pero su maestría era superior, tan solo 20 segundos después, me susurro al oído, que no me preocupará, que el me protegería siempre y que cuidaría de mi y mi cuerpo, y me dijo, confía en mi, déjame cuidar tu virginidad y darme el placer de tu cuerpo. Este hombre es un caballero, pensé de inmediato, cerré los ojos y me deje llevar.
Los besos y caricias se hicieron salvajes, me manoseaba con determinación y mucho morbo, su pecho se inflamaba y rugía como un animal, nuestras lenguas jugaban bruscamente y me encendí por completo. Muy lento me despojo de mi tanga, utilizando sus manos, dedos y boca, dejándome totalmente a su disposición, mientras se colocaba recostado sobre su espalda, me acomodó de tal manera que yo doblada sobre mis piernas quedaba dándole la espalda, ubicada entre sus piernas, mis nalgas quedaban muy cerca de su verga enorme y me indico con firmeza lo que tenía que hacer. Hábilmente mi Eddy, acomodo su verga justo debajo de mis vulva, y mis labios vaginales muy hinchados ya le rozaban todo su vergajo, estaba tan mojada que la lubricación era perfecta, mi cuñado me tomo de la cintura y comenzó a moverme de enfrente hacía atrás, y de atrás hacía enfrente; se estaba dando una masturbada increíble con mi vulva, esa chaqueta la estaba disfrutando por que lo notaba en su voz y gemidos de toro salvaje. De vez en vez, introducía un poco la cabeza de su pene ardiente en la entrada de mi vagina, lo cual me estaba volviendo loca y al tocar mi himen, le pedía que se detuviera, ya que me dolía un poquito y además el temor de tener un embarazo me corroía. Sus metidas de la puntita fueron como 6 o 7, en la última estuve a punto de pedirle que me la metiera toda, que me dejará adentro su carne dura, pero no lo hice y se siguió chaqueteando por un rato, su entereza es increíble. Estaba a punto de tener otro orgasmo cuando se incorporó un poco y me dijo –ahora si chiquita, te voy a pedir algo de tu cuerpo, que seguro que te gustará-, el brillo en sus ojos y su forma de ver mi cuerpo tan morbosamente me fascino, me coloco en la orillita de la cama con la nalgas bien paradito y me dijo, esto que me voy a comer preciosa es digno de reyes, y con tanta excitación, me coloco la punta de su verga en mi ano, que estaba babeando tanto, me puso la punta y empujo un poco, lo que me provocó un dolor algo intenso, se alejó de inmediato, y pensé que todo había acabado, sin embargo, lo que hizo fue abrirme las nalgas en dos con su manos y acerco su cara y me dio unos lengüetazos directos en mi anillo, que respondió produciendo más jugo y yo retorciéndome de placer. Me estuvo chupando y besando solo unos minutos, mientras mi ano se dilataba un poco cada vez, cuando sentí algo duro que era su lengua que se introducía y salía rápido en mi culo, ahhhh que sensación de placer, empezó a meter y sacar la lengua más rápido, mientras me masajeaba las nalgas de lo lindo, yo estaba a punto de un orgasmos y mis lamentos lo delataban, cuando súbitamente, se levanto y su enorme pedazo se carne me lo encarrilo en la entrada del culo, y sin miramiento y bondad, me metió de solo golpe un tercio de su verga. De inmediato solté un tremendo grito y apreté los dientes,-la sensación más rara-un calambre me recorría el cuerpo, cuando apenas deje de gritar-un segundo orgasmo supe intenso recorría mi cuerpo.
Prácticamente me temblaban las piernas al transcurrir el tiempo que duraba mi orgasmo y mi garganta no podía dejar de gemir con fuerza, ya sintiendo esto mi cuñado, comenzó a bombear un poco más, ya tenia la confianza de haber soportado la entrada inicial, su bombeo era rítmico y pausado, mientras oía como comenzaba a mascullar y llamarme puta, ramera, exclamado lo hermoso de mi culo, mientras me nalgueaba con ricura. En unos minutos más me metía un tercio más de la verga, lo cual agradecía y sufría al mismo tiempo, pues jamás pensé que tanto me podía caber de verdad por el culo, estuvo empujando varios minutos, tocándome las piernas, la cola, mi vulva, las tetas, en verdad que me sentía la más puta de las mujeres y no tienen idea de como lo disfrutaba. Pasaron tal vez cinco minutos más cuando mi macho comenzó a empujar más rápido y más fuerte, insertando prácticamente toda su verga en mi hoyo, lo cual me tenía a mil. No tardo más de un minuto cuando Eddy aceleró el paso, empujando y embistiendo como un poseído, chocando sus huevos contra parte de mi vulva y mis muslos, y cuando la venida era inminente, sentí una riquísima primera pulsación en mi interior, y rápido saco su dura verga dejando solo pegada la cabeza a mi ano bastante dilatado, y comenzó a soltar chorros de semen, parte de los cuales se fueron a mi interior, pero la parte quedaron en las comisuras de mi ano, en mis nalgas y solo un poco en mis muslos. Mi macho se saco las últimas gotas frotando su pene en mi vulva, metiendo un poquito su aparato en mi vagina, y limpiando sus últimos impulsos en mí mojado sexo. Su energía mino al darme un largo beso, mientras sentía el disminuir de su fuerza y el ritmo de su pecho.
Que sexo acababa de tener, tan intenso y tan salvaje. Nos recostamos unos minutos, tratando de recobrar el aliento, cuando miramos el reloj, eran las 11 de la mañana. Llame de inmediato a mi madre y decirle que me había ido a la casa de Sofy una amiga muy querida y decirle que Eddy mi cuñado me había acompañada para cuidarme. No se si lo creyeron, pero siempre hubo oportunidad en el futuro de darnos unas escapadas.
Anónimo
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