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martes, 19 de enero de 2021

Mariana


Capitulo 1

¡¡¡ Sabía que no tenía que ir a esa fiesta...!!!

Algo muy dentro mío me decía que esa fiesta sería para mí, más que una alegría, un terrible dolor de cabeza.

Es que nunca me gustaron las reuniones de personas mayores donde una chica como yo, adolescente de 18 años, no tiene ninguna posibilidad de entretenerse con chicos de su edad.

Desde la tarde, cuando salí del colegio y vi al estúpido que me gusta haciéndose el baboso con la regalada del curso, una sensación de bronca se empezó a desatar en mi interior.

Llegue a casa y me colgué un rato de la web para ver si encontraba alguna amiga para sacarme la mufa. Pero... nada de nada.

Estaba anocheciendo cuando llegó mamá de su consultorio -es médica clínica- apurada porque tenía que ducharse y cambiarse para ir a una recepción a la que estábamos invitados. Peleamos un rato porque yo no quería ir, pero la decisión estaba tomada de acuerdo con papá, y eso en mi casa... es palabra de Ley.

Cuando me di una ducha la esponja, suave y acariciante por el jabón... mi adorada compañera de miles de orgasmos solitarios... me invitaba tentadoramente a la lujuria. Era tal mi mufa que ni para eso estaba de ánimo.


Cuando llegó papá nos encontró peleando nuevamente con mamá, las dos en ropa interior en su pieza, porque me quería poner un vestido de ella.

Por mi desarrollo prematuro y la similitud de nuestros cuerpos los vestidos de mamá me quedan perfectos, a pesar de que ella tiene 38 años. Mi altura, 1,78, solo sobrepasa en un centímetro la suya, pero en los 94 - 62 - 90 somos un calco exacto.

-. ¡¡¡ Graciela... por favor !!!... siempre el mismo problema cada vez que tu hija se quiere poner un vestido tuyo !!!.- intervino papá para detener la discusión.- y vos Mariana... no tenés suficiente ropa?... además... nena... cuando circules por la casa con esa minúscula ropa interior... trata de usar una bata... me explico?.

-. ¡¡¡Ufaaaa... bueno!!!!.- contesté con bronca.- es que... me obligan a ir a una reunión de gente mayor... no puedo ir vestida como si fuera a una fiesta con las chicas... ¿o acaso quieren que vaya en jeans o con una minifalda de las que me gusta usar?

-. ¡¡¡Noooo.... nena... porfa!!!!... Graciela, tu hija tiene razón... es la recepción al nuevo agregado comercial italiano... tiene que ir bien vestida... vamos déjense de chiquilinadas!!!!.-

-. Esta bien... dale... elegí el que quieras... no los que están en bolsas de plástico que están preparados para el congreso médico al que debo ir mañana.

Mirando en su perchero vi uno que se que a mamá le da odio verme puesto (yo lo puedo usar sin sostén y ella no, jajaja). Es un vestido azul de tela muy suave y vaporosa, bastante corto casi minifalda que al frente va tomado del cuello y casi no tiene espalda. El escote es tan pronunciado que ella casi no lo usa porque le resulta incomodo el brasier que debe usar, con armadura. Su color azul profundo queda muy bien con mi largo cabello rubio que llega hasta media espalda. Además, a mamá le da odio ver lo bien que me queda... así que es mi preferido.... jajaja.

Le robe unas sandalias nuevas, altísimas y supereróticas, que cuando me las vio puestas puso el grito en el cielo... pero salí corriendo a refugiarme con papá que estaba en el living, ya cambiado y listo, esperándonos.

-. ¿Que paaaaasa, ahora?... pregunto papá fastidiado al ver que mami bajaba hecha una furia por las escaleras.

-. Es que esta mocosa no se da cuenta, Gustavo... después se queja que los veteranos la miran con morbo!!!... ¡¡¡ Mira la pinta que tiene !!!!...

-. Es ropa tuya , mamá...- le dije en tono de broma pero me tuve que esconder detrás de papá porque... el horno no estaba para bollos...

Llegamos a la fiesta. Como era de esperar... un bodrio total!!!. Como siempre un grupo de varones que se creen que porque son empresarios exitosos todas las mujeres se tienen que rendir a sus pies. Las mujeres... bueno en esta ocasión estaban bastante pasables. Pero me miran con precaución... son muy hábiles para detectar cuando sus maridos se ponen loquitos por algo. Y a mi me encanta hacerlos poner loquitos!!!

Los varones que ya me conocían se acercaron a saludarme... lo mejorcito que había en la reunión era el tano que agasajaban. Un veterano que desde que entré no me sacaba los ojos de encima. Al saludarme busco la vuelta para que yo me quedara charlando en su grupo. Bajo la mirada atenta de papá y la vigilancia policial de mamá me quede, muy cómoda por cierto, en el grupo del italiano. Además, el saber el idioma bastante bien hizo que al rato estuviéramos los dos hablando animadamente y los demás se anotaran en conversaciones diferentes.

Mario, era un italiano de Venecia con 43 años -la edad de papá- que cuando se dio cuenta que por el idioma podía hablar solo conmigo se lanzó a una conquista poco sutil y muy atrevida. Frenó en seco cuando se enteró de mis 18 años y, sobre todo cuando, con una sonrisa muy suave y tenue le dije que era aún virgen como suponía lo sería su hija, aún en Italia, que tenía solo un año mas que yo.

De todas maneras Mario no dejo de atenderme como a una reina. Bailamos bastante pero se me presento un problema. Su mano tibia en mi espalda desnuda y el roce constante de la suave tela del vestido puso mis pezones en un estado tal que se notaba a simple vista como sobresalían de la línea de caída del vestido. Cuando mi acompañante comenzó a dar señales de locura y no sacaba los ojos de mis pechos, pedí disculpas y fui hasta el toilette a tratar de solucionar el problema.

De paso por una mesa vacía alcance a manotear un cigarrillo y un encendedor abandonados... moría de ganas de fumar. La cercanía de mis padres era mortal para esos tramites.

Pase por el toilette y después me metí en una de las habitaciones de la planta alta en busca de un trozo de cinta adhesiva que me permitiera cubrir mis pezones para poder volver al salón principal. En eso andaba cuando sentí voces que se acercaban por el pasillo. En una actitud impensada -por haber estado fumando, supongo- me escondí dentro del placart de la habitación.

Entraron a la habitación, sumamente excitadas y risueñas, la dueña de casa -una escritora cincuentona muy bien conservada- y una amiga, mas joven, que creo es la mujer del gerente de embarques de la empresa de exportaciones de papá.

-. ¡¡¡Por Dios... !!! No se que hacer con ese tipo, Marta... ese hijo de puta esta que es un sueño esta noche... no me saca los ojos de encima... y cada vez que me mira... me mojo como una colegiala... mira como estoy...- decía excitadísima la mas joven levantándose el vestido largo de tela hindú y mostrando su tanga húmeda.

-. Es que no es para menos, Vivi... no por nada se dice que es un cogedor espectacular... me decía Margarita que su esposo le contó que en la empresa están todas las secretarias relocas por él... Vivi... estas hecha un fuego...- le dijo mirando el sexo de su amiga y pasando suavemente la mano por sobre la tanga que mostraba.

Vivi se acercó a Marta y mirándola lujuriosamente a los ojos tomó con sus dos manos su brazo forzando la mano a frotar con mas fuerza su sexo. Sus respiraciones comenzaron a agitarse y un desenfrenado beso las unió mientras sus manos intentaban desesperadamente quitarse la ropa mutuamente.

Dentro del placart mi corazón latía a mil por hora. Pero no latía de miedo... un cosquilleo incontenible invadía mi sexo y tuve que llevar mis manos para calmarlo. Fue peor.

Las dos, después de echar llave a la puerta y desnudarse se habían tirado en la cama y se estaban comiendo mutuamente sus sexos con desesperación. La primera en llegar al orgasmo fue Vivi . Sus quejidos y sonidos guturales me empujaron a acabarme dentro del placart. Después Marta tomó del cajón de la mesita de luz un vibrador y compartiéndolo con Vivi llegó a su orgasmo sin problemas.

Mientras se vestían y acomodaban un poco su presentación seguían con la charla interrumpida por la sesión de sexo reciente.

-. Vamos... apurémos... que quiero verlo un poco mas antes que se vaya... ¡¡¡ Dios mío... que daría por tenerlo entre mis piernas...!!! - decía Vivi mientras arreglaba su pelo.

-. Ya lo tendrás... solo es cuestión de esperar... ya te dije que es un tipo que no ataca... se deja... solo hay que saber cazarlo... pero cuando lo agarras y se motiva... no te olvidas nunca mas en tu puta vida de que te cogió ese macho. Mira sino su mujer... ¿vistes alguna vez una tipa con semejante cara de mujer re bien cogida?.- decía Marta mientras encaraba la puerta.

-. No... tenés razón... las chicas dicen que Graciela esta así porque Gustavo no le saca la pija de adentro en ningún momento.

Las dos salieron y yo quedé petrificada dentro del placart. ¡¡¡ Estaban hablando de mi papaaaaaaaa !!!!!

Quede como atontada. Por los efectos del orgasmo que me habían provocado estas dos calentonas. Por la calentura que aún me quedaba encima, pero mas que nada porque JAMAS me hubiera imaginado a mi papá como semejante objeto de deseo femenino.

Salí del lugar de mi escondite y trate de recomponerme un poco frente al espejo. Mi pelo muy largo es fácil de acomodar pero mis tetas ya tenían una prominencia y dureza tal que me di por vencida y baje dispuesta a hacer frente a las miradas costara lo que costara.

Al rato de estar abajo me fui tranquilizando. Bailaba suelto para que no se notaran tanto mis pezones. Pero eso me frotaba más aun. Un desastre, bah!!!.

Desde donde estaba bailando comencé a mirar un poco mas en detalle, y de incógnito, a mi querido papi. Efectivamente, siguiendo la dirección de sus miradas -miradas que nunca le había visto antes- me di cuenta que había tres minas en el lugar que estaban entregadas con él. Tan entregadas que parecía que si les hacían una seña se empezarían a poner en bolas allí delante de todos.

Lo que mas me llamó la atención es que una de las tres eran Violeta, la esposa de Gerardo. Este era el matrimonio amigo mas íntimo que tienen mis padres. Salen siempre juntos, vacacionamos juntos, Gerardo y papá hacen tenis juntos, Violeta y mamá van juntas al gimnasio... me tenían confundida las miradas que descubrí. Sobre todo habiendo descubierto recién que mi padre era, casi, un sátiro sexual.

Las reiteradas copas de champagne que me traían todos los que querían bailar conmigo... la calentura de mis tetas al rojo vivo y mi orgasmo reciente, me sacaron del estado de razonamiento lógico, que ya no volví a recuperar en el resto de la noche.

Entre nebulosas recuerdo que papá me rescató de la pista de baile porque ya nos íbamos. Sentada en el asiento trasero de nuestra camioneta sentí que papá y mamá se ponían de acuerdo, ventanilla por medio, con otro auto para tomar una copa en casa para despedir a mamá que viajaba al congreso. Luego entré en una nube hermosa hasta llegar a casa.

Tratando de parecer lo mas controlada posible saludé a papá y mamá, que aguardaban en la puerta el ingreso de la pareja amiga, y subí las escaleras directo a mi habitación donde caí en la cama como muerta.

Sentía, como entre sueños, las conversaciones en la sala de abajo. La música no muy fuerte y algunas risas. Como estaba aún vestida me levante de la cama para sacarme el vestido. Mi tanga estaba hecha sopa. Al sacármela, levante la vista, al verme en el espejo totalmente desnuda y con esas altísimas sandalias super eróticas... en la nube alcohólica que me dominaba se me ocurrió pensar como reaccionaria mi papá si me viera así... y me asuste... mucho... porque el pensar en mi papi mirándome... me dio una cosquilla intensísima por todo el cuerpo.

Me asomé a la puerta de mi dormitorio y vi que abajo estaban mis padres con Violeta y Gerardo. Estaban muy divertidos tomando champagne. Destapaban la segunda botella.

-. Cinco días en Brasil... que culo tenés, Graciela... ¿Como hago yo para conseguir un congreso que me saque de encima a este pesado (miraba a su marido) durante cinco días?... jajaja... además... Gustavo.. ¿te cree que te vas a portar bien?... jajaja...- decía Violeta arrastrando un poco las palabras por el efecto del alcohol. Se notaba que era la mas ebria de los cuatro.

-. Por supuesto que me voy a portar muy bien... como que me pienso ir muy bien provista para no tentarme.- decía mamá mirando provocativamente a papá.

Todos reían. Me pareció ver que la mano de mamá estaba sobre la entrepierna de papá. Me sacudió entera el ver que, efectivamente, le estaba sobando el miembro, por sobre el pantalón, en presencia de sus amigos.

Mi madre se acercó melosamente a la boca de mi padre. Desde arriba veía nítidamente como pasaba su lengua por los labios de papá mientras había metido la mano dentro de su pantalón. Me agitaba ver el movimiento de esa mano debajo de la tela. Cuando salió enarbolando la verga dura de mi padre. No pude contenerme y metí las manos en mi sexo.

Violeta había imitado a mamá pero directamente se metió el sexo de Gerardo en la boca por lo que, entusiasmada como estaba con lo que hacia mamá, no lo pude ver bien.

De un tirón mamá puso de pie a papá y le sacó la camisa y los pantalones poniéndolo desnudo en un santiamén. Violeta, de rodillas en la alfombra, entre las piernas de su esposo, chupaba con tal alevosía que el ruido de la succión se sentía desde arriba.

El temblor de mi cuerpo y mis piernas me hacía difícil mantenerme parada, desnuda como estaba me senté en la alfombra del pasillo para ver mejor lo que ocurría en la sala de abajo.

Nunca había visto totalmente desnudo a papá. Verlo de costado y de arriba, cuando mamá lo volvió a sentar en el sillón grande, con su verga parada esperando entrar en combate... me mató. Recorrían mi cuerpo extrañas sensaciones... de excitación... de angustia... de deseo... de ternura...

Mamá sacó su vestido y casi arrancó su soutien y su tanga... con las medias y el portaligas aún puestas se sentó en el regazo de papá tomándose del respaldar del sillón y por detrás de su nuca para atraerlo a sus labios.

Intuía como papá estaba acomodando su verga debajo de mamá y mis dedos frotaban mi clítoris con desesperación. Mamá comenzó a quejarse y a jadear...

-. Ahhhhhhhh... maldito... que despacio que me... penetras... maaaaasss... no me... retacees... aaaahhh... siiiiiii... dejame... aguantar... no... no... no me hagas... acabar... enseguida... aaaahhhhh... tomaaaaa.... sentís?.... tomaaaa... toda mi mascada... tomaaa....

Mamá acababa sobre la verga de mi padre y a mí el orgasmo simultáneo me mojaba los dedos que tenía en los labios de mi sexo. Mi vagina parecía una hoguera.

Violeta se incorporó y sacándose el vestido procedió a desnudar totalmente a Gerardo. ¡¡¡ Mi Dios!!!! que pedazo de verga tenía ese hombre!!!!

Mientras Violeta, en cuatro patas sobre la alfombra metió su boca entre las nalgas de mi madre, que seguía moviéndose languidamente sobre mi padre, Gerardo tomo su verga con una mano y de un solo envión la metió, por detrás, en la vagina de su mujer.

El ruido del sexo múltiple que se estaba desarrollando abajo me hizo entrar en un delirio que no lograba controlar. Me dolía el clítoris del maltrato que le estaban propinando mis dedos.

Violeta se incorporó, se corrió detrás de Gerardo y empujando a su marido hacia adelante guió sus manos para que tomaran las tetas mamá desde atrás.

-. Vamos... mi amor... asegurate que a Graciela no le queden ganas de portarse mal en Brasil... yo ya lubriqué el camino y el mensajero... siiii... asii... ves.. - ordenaba Violeta a su marido mientras separaba las nalgas de mamá para facilitar la doble penetración.

Mamá, que estaba enlazada en un beso salvaje con papá se desprendió de su boca y estirando su cuello hacia adelante expulso con fuerza un quejido fuerte y profundo, casi como un eructo. Comenzó a jadear y su voz se puso ronca y cavernosa.

-. Despacio Gerardo... des... despacio... es... despacio... mmmmm... jueputaaaaassss... como... me ...están.. haciendo... gozar... que.. no... puedo... es.. que... me... hacen... mear... por Diossss

Gerardo y papá serruchaban con una suavidad y sincronización que, a pesar de que estaba ciega de lujuria por un orgasmo que no terminaba nunca, me di cuenta que no era la primera vez que agarraban a mamá entre los dos.

Mamá tuvo dos orgasmos mas y termino pidiendo tregua. Cuando Gerardo desenvaino su terrible tranca del culo de mamá ella se tiro de lado en la parte del sillón que quedaba vacía. Violeta se acercó a mi padre y metiendo su legua supongo que hasta la garganta se sentó en su verga con violencia... Gerardo volvió a su posición y la ensartó por el culo de un solo envión. Los gritos de placer de Violeta me demostraron porque miraba a papá de forma en que lo hacía en la fiesta.

Aturdida por mi deteriorado estado después de los múltiples orgasmos y con los gritos de Violeta, Gerardo y papá enfrascados en un orgasmo salvaje me tire en la cama y quede profundamente dormida.

Cuando desperté, a la mañana siguiente, mi cuerpo y mi cabeza eran despojos de lo que alguna vez fue una jovencita deportista y gimnasta de primera línea. No me acordaba ni que día era.

Escuche los preparativos de mamá y recordé su viaje a Brasil. El nerviosismo de los movimientos en la pieza de al lado me indicaban que hoy era sábado, el día de la partida. Desde dentro de las sabanas sentía un fuerte olor que invadía mi nariz. Mis dedos estaban impregnados en el mismo olor. Indudablemente era olor a sexo.

Lentamente me diriji al baño y metí mi entumecido cuerpo debajo de la lluvia tibia. Mi sexo, al pasar mis manos con jabón, se sentía muy irritado.

Mamá vino hasta el baño a buscar su cepillo de dientes.

-. Buen día, Mariana. Estaba por ir a llamarte. Estoy casi a punto de salir. Estoy esperando que pase tu padre a buscarme para llevarme al aeropuerto. Te encargo hija que te hagas cargo de todo lo que atañe a la casa. El lunes, cuando venga Dora le decís que se ocupe de la ropa y la limpieza. Papá dice que se hará cargo del tema comida. Supongo que será todo de la roticería de la esquina, jajaja. Pero... confío en vos nena. La casa esta a tu cargo. Sos ahora la ama de casa.

-. Bueno, mamá. Puedo acompañarlos a llevarte al aeropuerto?. Solo dos minutos. Me seco y me pongo algo así nomas. Puedo?

-. Si, pero no te demores. Sabes que a tu padre no le gusta esperar.

Sali del baño y como una saeta me puse una solera muy amplia y una chinelas de playa... alise mi pelo con el cepillo, mis lentes para sol y listo. Cuando bajaba las escaleras, papá tocaba bocina para que mamá saliera con su equipaje. La ayude con los dos bolsos mientras ella llevaba la valija y sus bolso de mano. Por una semana mamá tendría vacaciones.

Papá se extraño al verme. Es que los sábados, cuando el viernes a la noche salgo con mis amigas, duermo hasta pasado el mediodía. Las once de la mañana es madrugada para mi, jajajaja.

En el aeropuerto, después de esperar a que el vuelo de mamá partiera, volvimos a la camioneta para regresar. Papá pregunto que comeríamos, eran casi las dos de la tarde. Terminamos comiendo en un restaurante muy lindo cerca del aeropuerto.

Era muy notorio que varias mesas ocupadas por varones me miraban con insistencia. Se lo comente a papá risueñamente.

-. Son unos babosos.- me contesto algo ofuscado.

-. ¿O será que piensan... mira la mocosa que se atracó el veterano?.- le pregunte pícaramente con una sonrisa.

-. Puede ser... - me dijo sonriente.- trata de decir fuerte PAPA así se les van las ideas truculentas de la cabeza, jajajaja

En ese momento se acercó el mozo consultando que plato íbamos a encargar. Con una sonrisa entre burlona y cómplice le dije mirándolo a los ojos.

-. Para mi carne de pollo grillada y... vos, Gustavo?... pedí algo afrodisíaco para vos... jijijiji

Los ojos del mozo y la mirada sorprendida de mi papá hacían juego. En broma, desde ese momento, comencé a llamarlo por su nombre de pila. Es mas... me sentía eufórica... me erotizaba llamarlo por su nombre.

Lo acompañe al club donde jugo sus reglamentarios dos partidos de tenis con Gerardo y sus amigos. Después compartí con ellos la abundante cerveza conque siempre calman su sed después de esos eventos.

La cerveza se me subió un poco a la cabeza. Además, sentirme rodeada de varones apuestos, maduros y mimosos para conmigo... mientras el viento de la tarde pasaba por debajo de la amplia solera refrescando mis dolidos labios vaginales desnudos... me resultaba hermosamente placentero. En realidad me sentía un poco desprotegida y vulnerable sin ropa interior... pero el aplomo y la seguridad que me transmitía mi papá... mejor dicho, Gustavo... me hacia sentir segura y... hasta excitada.

Mientras Gustavo charlaba con sus amigos... (antes en la camioneta y durante el almuerzo, también) lo miraba con detenimiento y comenzaba a descubrir ciertas actitudes, gestos y costumbres de mi padre que antes jamás había notado. Algunas me resultaban de una carga erótica tal que entendía lo que había escuchado desde el placart de la habitación de Marta la noche anterior.

Era un machazo en todo el sentido de la palabra. Recio, duro y varonil pero tierno y dulce como un caramelo cuando se dirigía a las mujeres... desde la camarera del club hasta la cajera del peaje de la autopista.

Además, cuando de vez en cuando me miraba dulcemente, mi mente saltaba como un rayo al sillón de la sala y mis ojos se iban a sus manos. Soñando despierta las veía acomodando su corta pero muy gruesa verga entre mis piernas. Imaginarme en el lugar de mamá me producía un hormigueo insoportable en mis entrañas que apenas lograba disimular.

Cuando volvíamos a casa una tormenta muy fuerte se desató sobre la ciudad de Buenos Aires. Llegamos y pedimos a la roticería la comida para cenar. Cenamos a la luz de las velas porque por la tormenta se corto la luz.

-. Papá... el día que decida tener sexo con un chico por primera vez... a quien me conviene consultar... a mamá? o a vos?.- le pregunte de sopetón sorprendiéndolo al punto tal que se quedó petrificado con el bocado a medio masticar.

-. Pero... por.. por.. porque se te ocurre semejante pregunta?.- estaba boquiabierto... realmente sorprendido.

-. Es que mamá y vos son muy cariñosos, mimosos y tiernos conmigo. Pero hay momentos en que uno necesita consultar algunas cosas... como entre amigos, digamos... pienso que el consejo de mamá sería mas técnico... desde su condición de médica, digo... en cambio vos... me aconsejarías desde tu experiencia... desde tus kilómetros recorridos, digamos... sino... para que tiene una un padre tan deseado y codiciado por las mujeres... que joder!!!!... jajaja.

-. Mariana !!! de donde sacastes vos semejante cosa?!!!!.- me preguntó poniéndose colorado como un tomate.

-. Gustavo... ahora es en serio... siempre tuve la sensación de que mamá es mas autoritaria conmigo... te diría que en algunas cosas... hasta compite conmigo. En cambio a vos... te veo... te siento... siempre te sentí... mucho mas compinche conmigo... o no?.

-. Mariana.. yo soy tu padre... nunca voy a ser tu cómplice...

-. Na, na, na, na... no me cambies el sentido de las cosas. Yo ya soy una mujer. No tendré experiencia... pero en cualquier momento voy a empezar!!!, jijijiji... y sabrás, porque soy tu hija y me conoces, que soy virgen aún pero no porque ustedes me controlan... sino porque soy lo suficientemente madura para saber lo que me conviene...

-. Si, por supuesto Mariana... esto lo hemos hablado muchas veces con tu madre... muchas veces preocupados por tu prematuro desarrollo físico...

-. ¡¡¡ Mira si supieran el terrible volcán que llevo adentro!!!!... no dormirían, jajajajaja... bueno... lo importante es que cuento con los dos... cada uno en su rol... jajajaja.

No quedó muy conforme con la charla... en la semipenumbra que dejaban las velas yo lo miraba con dulzura. Me pareció que se sentía algo incomodo.

Me levante y parándome a su lado abrace su cabeza apretándolo contra mi pecho. Con mucha delicadeza, al levantar él la cara hacia la mía le di un beso muy húmedo, casi con la lengua, en la punta de su nariz. Me sonrió y paso su brazo por detrás mío para devolverme el abrazo. Al estar parada a su lado, e inclinada hacia él, su brazo paso directamente por debajo de mi corta solera y abrazo mis piernas desnudas. Inocentemente levanto su mano para darme una nalgada y lo hizo sobre mi cola desnuda.

-. Nenaaaaa... con tu madre usan cada vez mas diminuta la ropa interior... parece que estuvieran desnudas!!!!

-. No papi... yo... ahora... estoy desnuda...

-. ¿Queeeee?!!!

Poniendo cara de nena que ha sido pescada en una travesura... enderece mi cuerpo y levante lentamente la falda delantera de mi solera... así, quedaron al descubierto los cuidados labios de mi sexo que, por el estado de excitación que sentía en ese momento y por la cercanía con su cara estoy segura que los vio totalmente mojados y sintió el olor a hembra en celo que desprendían.

Sin mediar palabra volví a besarlo voluptuosa y dulcemente en la comisura de sus labios y deseándole buenas noches tome una vela y me fui a mi habitación.

Mi habitación era permanentemente alumbrada por los relámpagos de una fuertísima tormenta eléctrica que se desataba afuera. No me podía dormir del estado de excitación que tenía encima. Estaba totalmente loca... de pasión... de lujuria... de desenfreno...

Como a la hora de estar en la mas absoluta oscuridad cayó muy cerca de casa un rayo que sacudió toda la casa con terrible estruendo.

Como muchas veces he hecho, desde que era muy chiquita, rápidamente fui a calmar mi miedo a la cama de mis padres. Esta vez había tres cosas que no eran habituales. Primero... mamá no estaba en la cama. Segundo...yo, debajo del corto camisolín, estaba totalmente desnuda. Tercero... me sentía terriblemente caliente.

-. Papi... haceme lugar... que tengo mucho miedo...- le dije en la mas absoluta oscuridad mientras levantaba la ropa de cama y me metía por su lado obligándolo a correrse hacia el medio de la cama matrimonial.

-. Bueno Mariana... pero solo un ratito y volvés a tu cama, estamos?.-

Pase mi mano sobre su pecho desnudo y apoye mi cabeza en su hombro. El olor de su cuerpo... sus vibraciones... el vello de su pecho que acariciaba mi brazo... me hizo entrar en un paraíso nunca soñado.

Instantes después otro rayo sacudió la noche con estrépito. El sacudón que pegué junto a papá hizo que él, girando un poco su cuerpo hasta ponerlo de costado frente a mí, tomara con su mano mi cabeza y me besara dulcemente en la frente.

-. No tengas miedo, nena... papá esta acá... trata de dormir... - me decía en el oído mientras su mano pasaba reiterada y suavemente por mi cabeza hasta casi la nuca.

Invadida por escalofríos y ráfagas de fuego interno me acurruque en su pecho y abrazándolo pegue aún mas mi cuerpo al suyo.

Un rayo mas fuerte que el anterior me permitió abrazar con mas fuerza su cuerpo semidesnudo. Mi corazón latía con una fuerza inusitada... parecía que se saldría por mi boca.

Mi liviana ropa de dormir se había subido por sobre mi cintura hasta amontonarse debajo de mis tetas. El pantalón corto de su pijama, única prenda que cubría su desnudez, era la única barrera que quedaba entre mi sexo, palpitante y encendido, y el suyo aún en calma.

Estaba tan pegada a él que sentía, apoyado en mi pelvis, un bulto sin ninguna rigidez pero de un tamaño considerable.

Su brazo derecho, al ponerse de costado para acariciarme la cabeza con el izquierdo, había quedado junto con mi brazo izquierdo apretado entre los dos cuerpos y la cama. Lentamente tome su mano con la mía y nuestros dedos se entrelazaron. Casi instintivamente acerque esa unión a mi sexo. Los labios de mi vulva sintieron el contacto con el dorso de su mano.

Al sentir la humedad de mis labios vaginales Gustavo hizo un intento de sacar la mano. Con fuerza apreté los dedos para evitarlo y acerque aún mas mi sexo para que el contacto fuera fuerte y pleno.

-. Mariana... es conveniente que te mudes a tu...- comenzó a decir papá. Se interrumpió de inmediato para evitar un problema mayor.

Cuando empezó a hablar, en la total oscuridad de la tormentosa noche, puse mis labios a escasos milímetros de su boca. Mi ya agitada respiración, producto de la excitación que me transmitía el frotar con desesperación el dorso de su mano por mi clítoris, le dió la clara señal de que si seguía hablando... yo lo besaría en la boca sin remedio.

Cerró, como sellándolos, sus labios e intentó darse vuelta para darme la espalda. En una rápida y esforzada maniobra lo obligue a volver lo poco que había logrado y levantando mi pierna derecha la pase por sobre su cintura para evitar que volviera a intentarlo. Era una lucha sorda... en silencio absoluto, solo quebrado por mis jadeos ya no contenidos y por los truenos de la tormenta que arreciaba afuera.

Al tener la pierna levantada mi sexo se abrió y el dorso de su mano ahora tenía un contacto directo y pleno con mi vulva. Mi clítoris desencadeno un orgasmo que, por primera vez en mi vida en contacto de piel con un hombre, me sacudía en espasmos que me hacían sentir que estaba tocando el cielo con las manos.

Gustavo aprovecho para, refunfuñando un reto contenido, abandonar la posición y detener lo que estaba ocurriendo. Haciendo uso de mis habilidades gimnásticas cuando intento darse vuelta lo acompañe enganchada con mi pierna y mi brazo y evite que terminara de darse vuelta. Quedo acostado de espaldas con mi cuerpo montado sobre el suyo. Al pegar mi sexo a su cuerpo sentí que él ya no era el mismo de un rato antes. Plegado contra su pelvis, y apretado con mi sexo, una dureza me hacía enloquecer de lujuria.

En la oscuridad, él trato de tomar con sus dos manos mi torso para sacarme de encima suyo. Sus manos fueron a parar, por debajo del camisolín, directamente a mis tetas. En ese momento volvió la luz y el velador, que había quedado prendido, iluminó la escena produciendo una especie de cámara detenida, por la sorpresa.

La escena era sumamente erotizante y de un morbo que me volvió loca. Gustavo como encandilado con los ojos bien abiertos miraba con desorientación mi cara y mi cuerpo. Mi largo cabello rubio, enmarañado y salvaje, caía sobre su cara. Mis ojos, húmedos de lujuria y desesperación, miraban su boca como el fruto prohibido que estaba a punto de comer. Mi pelvis, con vida propia y descontrolada, frotaba por sobre la empapada tela de su pijamas, esa estaca corta y gruesísima que me llevaba aceleradamente a un nuevo orgasmo. Sus manos en mis pechos, que en un primer momento empujaban hacia arriba para sacarme, ahora habían quedado quietas y mis pezones, duros y supersensibilizados, comenzaron a sentir una sutil y leve caricia que iba en aumento.

La mirada extraviada de Gustavo y su cabeza haciendo el movimiento de la negación no eran suficientes para detener en huracán de sexo que se acaba de desatar.

-. No lo hagas mas difícil, Gustavo... te necesito... sos la persona que mas quiero y en quien mas confío... no me falles... yo no te voy a fallar.

-. Pero... Mariana... es que ...- no lo deje terminar. Mi lengua se introdujo en su boca como una bala. Intento rechazarme pero mis manos tomaron su cara y la presión de mi sexo sobre el suyo aumentó... finalmente sentí su lengua penetrar en mi boca y el sabor de su boca condimentar el tremendo orgasmo que estaba volcando desde dentro de mi volcánico cuerpo.

Cuando me pude recomponer de semejante temblor descontrolado sentí que Gustavo ya no oponía resistencia a mi posición sobre él. Levante mi cuerpo y me senté sobre su pelvis... la sensación de sentir su sexo durísimo contra el mío aún hoy es indescriptible. Mirándolo con morbo y lujuria saque por sobre mi cabeza el camisolín que me molestaba. Me erotizó aún mas el ver con la avidez que miraba mis soberbias tetas que se bamboleaban por el vaivén de mis caderas que yo no lograba controlar. Tome una de mis tetas con mi mano y agachándome se la ofrecí a escasos milímetros de su boca. Miraba mi erecto pezón y su inflamada aureola como un bebé hambriento. Comencé a rozar sus labios con mi afiebrado pezón y sus manos en mi espalda lo ayudaron a meterse de golpe todo lo que entraba de mi teta en su boca.

Chupaba alternadamente mis pezones con un ansia y maestría que logró que el fuego que consumía mis entrañas entre mis piernas se trasladara como un reguero de pólvora a mi pecho. Dos golpes instintivos de su cintura presionaron aún mas mi clítoris y escuchando mis propios gritos y jadeos acabe nuevamente en un orgasmo que ya no sabía de donde salía.

Mis movimientos de coito sobre su verga ya totalmente parada habían corrido hacia abajo el elástico del pantalón de su pijama. Ahora los labios de mi vulva estaban frotando directamente sobre su verga desnuda... mis reiterados orgasmos habían transformado toda esa zona en un mar de flujo en el que resbalaban hasta mis piernas por sobre los laterales de su cadera.

Tomando con mis manos su cabeza la saque de entre mis tetas y mirándolo a la cara, loca de deseos y de pasión, le dije:

-. Quiero ser tuya... quiero sentirme tuya... penetrame por favor, papito querido.

Gustavo enderezó su cuerpo sentándose en la cama. Yo quedé sentada sobre sus pantorrillas con las piernas muy abiertas y flexionadas a ambos lados de su cuerpo. El miró hacia abajo y yo seguí la dirección de su mirada. Abajo, entre nuestros cuerpos, nuestros sexos habían quedado enfrentados. Los labios de mi vulva, brillantes y empapados, estaban asombrosamente abiertos por la posición de mis piernas; entre ellos asomaba mi clítoris duro y enrojecido.

A escasos milímetros el miembro duro y palpitante de mi papito. No eran mas de 16 o 17 centímetros de largo pero en la punta florecían en un tremendo sombrero color morado, de piel muy suave, que engrosaban notoriamente los seis centímetros de diámetro de todo su trayecto. Empapado en mis flujos y surcado por venas que se marcaban claramente en su superficie... se veía imponente.

Un cosquilleo en mi vagina me indujo a tomarme con una mano de la nuca de papá. Con la otra mano tomé ese tronco y comencé a frotarlo entre los labios de mi vulva. La posición de la luz del velador daba de lleno en esa zona. Ver los labios de mi vulva separase para dar paso entre ellos a semejante pedazo me producía un morbo terrible. Cuando el recorrido llegaba arriba el glande apretaba mi clítoris para después, al bajar, meterlo hacia adentro. Al seguir su camino hacia abajo lo soltaba, y este volvía a su rígida posición original. Ver esto como si fuera en cámara lenta y sentir en mi cuerpo las corrientes eléctricas que desataba, me iban empujando al momento decisivo.

Casi juntos levantamos la vista y nos miramos a los ojos. Me imagino que la forma en como nos miramos hubiera alcanzado para, esperando unos minutos, llegar a otro orgasmo.

Dejé la cabeza de su verga calzada entre los labios de mi vulva. Me tomé de su nuca entrelazando por detrás los dedos de mis manos. Miraba con lujuria incontenible a mi papá cuando sentí que, lentamente, sus manos, húmedas y temblorosas, comenzaban a tomarme de mis nalgas.

Una suave presión sobre mi cola me hizo comenzar a resbalar sobre sus empapadas pantorrillas. Sentí en mi sexo el estiramiento paulatino de los labios vaginales. Un orgasmo muy extraño... como sintiendo ganas de orinar... me hacia vibrar la vagina.

Miramos nuevamente hacia abajo. Los labios se habían abierto hasta el máximo pero la parte mas ancha del glande no lograba entrar.

Papá, con sus manos en mi cola, imprimía una presión constante a pesar de que la penetración se había detenido. Aflojó levemente la presión y por entre la tersa piel de su glande y mis labios vaginales salió una bocanada de flujos del rarísimo orgasmo que sentía en mi vagina. Al volver con la presión la cabezota resbaló lentamente hasta perderse dentro de mi vulva.

-. Ay... mi vida... que sensación... mas hermosa... es sentir... que entrás

Miraba con morbo y deseos todo lo que describo y, a su vez, sentía como resbalaba dentro mío esa cosa que parecía que estaba partiendo en dos mi hasta hoy infantil conchita.

-. Ahhhhhh.... que hermoso es tenerte dentro míooooooo... no.. no..no la saques... porqueeee?... ayyy si de nuevoooo... me enloquecesssss.... cuando... la haces... salir y entrar... no... no la saques... no me hagas desear asiiii... siiii.... de nuevo... ahora entra mas fácil... como me gustaaaa... papi... quiero que... me hagas mujer... no sigas... sacando la cabeza y metiendolaaaaaa.... por favorrrrrr

Gustavo se manejaba con una calma total. Había tomado como un jueguito entrar su glande y sacarla... cada vez que entraba sentía deseos de seguir hasta arrasar con todo al paso de semejante tronco... cada vez que salía mis flujos lubricaban todo de nuevo para el siguiente deslizamiento.

De pronto, su boca retomó de nuevo el juego erótico con mis durísimos y sensibilizados pezones. Mi estado de excitación llego a su clímax. ¡¡¡No soportaba mas...!!!!

Sentía que la cabeza del falo de papá estaba empujando el himen con mucho cuidado... ¡¡¡ ya era el momento!!!.

Levantó la vista y me di cuenta que con la mirada me estaba preguntando si estaba lista.

-. Siiiiiii.... por favor... que no aguanto masssss... dame toda tu pija, papito ... haceme mujer...

Mis jadeos ya no tenían control... no podía moverme por mis propios medios porque estaba calzada en esta tranca que se preparaba para perforarme y mis piernas carecían de fuerza... ¡¡¡estaba entregada !!!.

Gustavo tomó delicadamente con ambas manos mi cola. Levantándola levemente la comenzó a correr hacia arriba y adelante... la presión del trépano en mis entrañas se hizo insostenible... Entonces, muy lentamente, dejó caer su cuerpo hacia atrás dejándome ensartada y derecha sobre su tremenda verga.

Sentí un agudo dolor en mis entrañas... mientras mil fogonazos de flash inundaban mi mente... mi vagina resbaló hacia abajo tragándose por completo el barreno hasta su base.

No se si fueron unos segundos o minutos u horas... cuando reaccioné estaba sentada sobre la pelvis de mi papá, tenía su verga palpitante metida hasta sus huevos -que acariciaban delicadamente mi cola- y sus manos amasaban mis tetas apretando delicadamente mis pezones.

El estar absolutamente quietos no me producía dolor alguno. Sí sentía un terrible ardor dentro de mi vagina. Mire hacia abajo y entre los ensortijados pelos de ambos que se mezclaban húmedos y pegajosos, algo de sangre mezclada con mis flujos era el mudo testigo de la sublime inmolación de mi himen.

Sentía unos deseos irrefrenables de moverme. Pasado el fuerte dolor inicial, y a pesar del ardor, comencé a sentir lo que tantas veces había soñado despierta en mis masturbaciones... ¡¡¡ tenia una verga dentro de mi vagina!!!... y... tenía la mas importante y sublime de todas.

Baje mi cuerpo hasta apoyarlo en el pecho de papá. Lo hice lentamente y mirandoló fijamente a los ojos... cuando mi boca llego a su boca nos fundimos en un beso salvaje... que me abrió las puertas al paraíso...

Mientras me besaba con desesperación papá me tomó de la cola y comenzó a hacerme resbalar, en la mezcla de flujos y transpiración que empapaban nuestro cuerpos, su sexo entraba y salía de mi cueva frotando intensamente las paredes de mi vagina. Mi clítoris se frotaba con fuerza en la pelvis enmarañada de papá.

Pasé los brazos, a ambos lados de su cabeza, por debajo de la almohada, y tomándome del respaldar de la cama comencé a imprimir violencia a esa cogida que me estaba llevando, irremediablemente al clímax total.

Perdí totalmente el control y la noción de todo. Chillaba, pataleaba... me retorcía sobre el cuerpo agitado y convulsivo de mi padre... mordía sus hombros, su cuello, sus brazos... me enderezaba hasta la vertical para sentir su verga tocando el fondo de mi vagina... tomaba sus manos y las frotaba en los flujos que cubrían nuestros cuerpos para después frotarlas por mi tetas...

De pronto sentí que no iba a poder aguantar mucho mas sin que se me desprendiera este orgasmo gigante que estaba gestando. Me puse en cuclillas sobre la verga de mi papito y flexionando las piernas comencé a recorrer todo el largo con mi afiebrada vagina.

-. Papi... no voy... a poder... aguantar... quiero... que... me des...

-. No podemos... tesoro... es peligroso

-. Noooooo.... hace solo dos días... podes... quiero... la quiero... todita... por favor... la quierooo... no hay.... riesgo... lo se... es que... me estoy... no aguantoooo....

Gustavo me tomó de la cola con sus manos empapadas en flujos. De pronto sentí que un dedo suyo entraba en mi cola. ¡¡¡Fue el detonador del volcán!!!!

Me acurruque hacia adelante en su pecho y moviendo mis caderas en todos los sentidos posibles hacía que el barreno me terminara de desfondar para que el sublime orgasmo que estaba sintiendo, no tuviera fin.

El dedo de papá presionó con mas fuerza y una sensación extraña dentro de mi vagina me dio la pauta de que me estaba volcando a chorros su semen dentro mío.

Prendida como una sanguijuela... chupando su boca con desesperación... sintiendo que su verga seguía volcando semen dentro de mis entrañas... terminé de experimentar lo que, estoy segura, será por el resto de mis días... el orgasmo mas importante de mi vida.

Capitulo 2

Me despierto y veo, entre nebulosas que se van disipando, que en el reloj de la mesa de luz son las 11 de la mañana. Confundida y entredormida me doy cuenta que estoy totalmente desnuda en la cama de papá. Al moverme, una molestia casi dolorosa en mi sexo me recuerda que estoy allí porque esa noche he tenido el orgasmo mas importante de mi vida.

Imposible olvidar que anoche mi papito fue el adorable verdugo en la ejecución del holocausto de mi virginidad.

Me tranquiliza el recordar que, por ser domingo, Dora (la muchacha) no vendrá a limpiar y ordenar la casa. Esto me permite quedarme haciendo fiaca y disfrutar de lo que aún esta fresco en mi todavía afiebrada mente.

Con mucha modorra, y una sensación de plenitud muy extraña, estiro mis músculos casi hasta el tope y siento el placer de mi desnudez entre las sabanas tibias que me acarician. No puedo evitar que mi mente vuele a la tibia y después quemante piel de papá en el momento mas sublime de nuestro acto sexual de anoche. Siento un deseo irrefrenable de tenerlo de nuevo ante el solo hecho de pensar en lo que pasó anoche.

Aprovecho ese momento de dulces sensaciones para recapitular un poco lo ocurrido y, sobre todo, para analizar el camino a seguir...

Nunca fui propensa a dejar las cosas libradas al azar, pero en este momento es sumamente necesario que arme un plan, perfectamente programado, para dejar la menor cantidad de cosas sin asegurarme de su futuro desarrollo.

Papá ha pasado a ser la persona mas importante de mi vida. Pero es absolutamente imprescindible que yo no influya en su esquema de vida futura. Se que si soy hábil e inteligente podré tener el mando de la situación.

Estoy segura que esta en el estudio mirando papeles porque siento música muy suave que a él le gusta escuchar.

Me levanto y al pararme al lado de la cama me asombro con el desastre que hemos hecho en su lecho matrimonial. Rápidamente saco las sábanas, manchadas de flujo y algo de sangre ya seca, y vuelvo a arreglar la cama con sabanas limpias.

Una ducha rápida me termina de despertar. Ya en mi habitación solo cubro mi cuerpo desnudo con un vestido muy simple de tela liviana. Bajo hasta el estudio a saludar a papá tratando de hacerlo de la forma mas natural posible.

-. Hola Gustavo... que estas haciendo?... desayunastes ya?.- lo saludo dándole, desde atrás de su silla, un beso en la mejilla.

-. No, Mariana... solo tome un jugo de naranja. ¿Queres que desayunemos? ¿ o preferís que almorcemos temprano?... ¿Que te gustaría hacer?

-. No se... que programa tenías vos para hoy?... que pensabas hacer?... si vos tenes algo proyectado con tus amigos no te hagas problema por mi. Llamaré alguna amiga...

-. No, nena. Te digo que si queres que vayamos al club como a veces los domingos vamos con mamá... como quieras... podemos almorzar allí...

-. Dale... me re-copa la idea... me tomo un yogurt y vamos.

-. Bueno... pero vas a ir con ese vestido?... se te nota mucho que no tenes sosten, nena... después no te quejes como otras veces con que no te sacan los ojos de encima... estamos?

-. Si, papi. Prometo no quejarme mas. Pero... ¿a vos no te gusta como me queda este vestido?...- le pregunto poniendo cara de mimosa.

-. Si, nena. Me gusta mucho.. pero me parece que es un poco... sugerente... no se...

-. Voy por el yogurt... y nos vamos.

Mientras camino hacia la cocina pienso que el arranque salió de maravillas. Hemos podido retomar el dialogo sin caras difíciles. También me doy cuenta que ha cambiado radicalmente mi forma de mirarlo... de sentirlo. Me siento tan eufórica que casi no recuerdo cuando fue la última vez que me sentí de esta forma tan especial.

Me siento en la mesa de la cocina con mi yogurt y veo que él se acerca atravesando el comedor. Esta hermoso!!!... con una camiseta deportiva gastada de las que usaba cuando era mas joven y jugaba al rugby... unos bermudas super viejos y sus queridos mocasines de usar en casa... su pelo, levemente entrecano cae descuidadamente por su frente... sus anteojos de leer casi en la punta de su nariz y esa mirada de niño inocente que, ahora se porque, vuelve locas a todas las veteranas amigas de la familia.

-. Hummmm... me dio ganas de yogurt... hay otro en la heladera?..

-. Si, papi... sos antojado, che!!!... jajaja

-. Es que tengo el estómago vacío... .- me comenta mientras se sienta frente a mi con otro pote a comer.- ¿Vamos al club entonces?... me tengo que dar una ducha y ponerme algo mas apropiado...

-. ¡¡¡No seas antiguo, Gustavo...!!!! esa onda madurito informal de los 70 te queda hermosa. Las veteranas en el club se van a mojar las calzas... jajaja

-. Nena !!!... termina con ese nuevo libreto... ya te escuche ayer... de donde sacas esas tonteras?

-. ¡¡¡Vamos... no te hagas el disimulado, Gustavo!!!. Yo he estado algo distraída para no darme cuenta el arrastre que tiene mi papi con las señoras... y segun me dicen para las nenas de la oficina también... ¡¡de pronto me he dado cuenta que para todas las mujeres que nos rodean... mi papito es un fruto prohibido.. pero muy deseado!!!.

-. ¡¡¡ Pero Mariana!!! de donde sacastes esas patrañas?... No será tu madre la promotora de ese infundio... no?

-. Nooooo... lo he averiguado de las propias interesadas... que según parece son muchísimas... jajajaja...

-. No fabules, Mariana... yo o soy lo que vos decís... ni parecido...

-. A no?.. Bueno, te digo... si seguís así y no te cuidas o controlas un poco a tus admiradoras... cualquier día te van a violar... y yo no pienso ayudar para salvarte...jajajaja

Con mucho cuidado de no parecer provocativa me estiro para alcanzar una servilleta de la mesada y mi cortísimo vestido se sube hasta la mitad de mis pantorrillas. Estoy segura que desde donde esta él puede ver perfectamente mi sexo desnudo debajo del vestido. No levanto la vista pero me doy cuenta que el silencio de papá se debe a que esta abstraído mirando entre mis piernas desnudas.

Después de dejarlo un rato con sus ojos metidos casi dentro de mi sexo me levanto de la banqueta y tirando el envase en la bolsa de residuos salgo hacia el living segura de que le he quitado hasta el habla con lo que ha visto.

Salimos para el club. En el camino nos damos cuenta que no hemos prestado suficiente atención al tiempo. El sol de la mañana ha sido una trampa. Gruesos nubarrones oscurecen el día y apenas ha pasado el mediodía.

Decidimos almorzar en el club y si la cosa no estaba interesante, o se pone aburrida, volveremos a casa para armar otro programa. Llegamos al club en el momento en que se larga un chaparrón impresionante. La cortina de agua que cae nos hace sopa con solo bajar de la camioneta y correr hasta el edificio del club.

Adentro esta super lleno de gente que ha caído en la misma trampa con el solcito de la mañana.

Con Gustavo vamos hasta los cofres a ver si hay alguna ropa de mamá que pueda servirme para sacarme el vestido que se ha empapado y se pega a mi cuerpo mostrándome prácticamente desnuda. Para él encuentra una remera de reserva que tiene para cuando se cambia después del tenis y yo encuentro un pareo que mamá usa en la piscina. Una vieja bikini mía, que había quedado descartada hace tiempo cuando se me rompió la parte de abajo sirve para solucionar mi problema.

Cuando en el vestuario me pongo el corpiño de mi vieja bikini puedo medir cuanto se ha desarrollado mi cuerpo en el último año. El corpiño son dos triangulitos de tela que solo cubren la tercera parte de mis tetas. Las marcas blancas, donde nunca ha llegado el sol, bastante mas grandes que lo que cubren los trapitos, hace mas provocativos mis exuberantes pechos. El pareo no es muy transparente así que mi desnudez de abajo no se nota.

Al salir del vestuario por el pasillo que da al comedor del club, paso por la oficina del profesor de gimnasia. Lo saludo desde el umbral de la puerta. Su boca desencajada y sus ojos casi fuera de la órbitas me dan la pauta que mi aspecto es mas que llamativo.

Mariano es un tipo apetecible. Maduro, musculoso, muy suave y cariñoso, muy buena pinta, casado con una mujer de estupenda figura (ella es profe de natación en el club) y una mirada de poder y decisión que a las chicas nos hace poner calentísimas cuando asistimos a sus clases.

Es un tipo muy cuidadoso y para nada atrevido. Pero su mirada lo delata. Solo se de una amiga de mamá que logro vencer su abstinencia de relación personal. Y, segun me comentó mamá, quedo enloquecida y zarpada para siempre.

A mi me ha prodigado las miradas mas encendidas. Es notorio que de mi grupo de amigas, además de ser la mas desarrollada y de cuerpo mas llamativo, soy la que goza de las preferencias del profe. Solo que mi virginidad, que anoche perdí en forma memorable, siempre me había mantenido en un limite de riesgo que él jamás pasaría por temor a los problemas que eso podría traerle con una mocosa de 18 años. Mas de una vez, una entorsis de tobillo que periódicamente me tiene a mal traer, me había permitido disfrutar de sus masajes en clase de gimnasia.

Cada vez que me masajeaba por algún tirón sufrido en el club, su mirada a mis piernas y a los labios de mi sexo, marcados notoriamente por mis calzas de gimnasia, me servían luego en casa para mis fantasías masturbatorias nocturnas. Las chicas dicen que a mi se me ponen los ojos vidriosos cuando lo miro durante el masaje de tobillo.

Nunca hemos pasado de ese limite. Pero ahora yo estoy en otra situación, me siento mujer. Además, siento la necesidad de cobrar algunas facturas pendientes que solo he hecho realidad en mis fantasías mas afiebradas.

-. ¡¡¡Mariana!!!... que alegría verte!!!... que haces hoy por el club con lo que llueve?. Ninguna de las otras chicas vino hoy.

-. Es que estoy sola en casa con papá y vinimos a almorzar y nos vamos. Y vos... como andas, Mariano?

-. Bien, Cristina aprovecho el mal tiempo para ir con mis hijos a la casa de la abuela y yo para poner estos papeles en orden.

-. ¿Solo papeles en orden?... me parece que esa copa que tenes al lado no es agua... jajaja...

-. Es vermut batido... queres?... te bancas tomar un trago de mi copa... ojo que esta casi puro?

-. Por supuesto... o acaso no tomamos del pico del mismo bidón de agua cuando nos destrozas haciendo gimnasia?... jajaja... además, Mariano, me han dicho que el vermut es bueno para el tobillo.. jajajaja

-. Como anda tu tobillo?

-. Sigo bastante dolorida... es que el jueves me lo doble muy feo... y tus masajes fueron muy breves... eran mas importantes las otras chicas que yo.. -. le dije haciéndome, notoriamente, la mimosa.

-. A ver... mostrame como esta... esta hinchado?

Entrando a la oficina tomo la precaución de cerrar la puerta que comunica al pasillo. Me siento en la silla con posabrazos que esta a la derecha de su escritorio y tomando de su mano la copa de vermut empino un buen trago. Esta delicioso, casi puro... pero helado y riquísimo.

Descalzo mi pie de la chinela y lo levanto hasta ponerlo sobre sus rodillas para que vea mi tobillo.

Se que el pareo casi no cubre mi desnudez así que miro deliberadamente hacia la copa que tengo en la mano, para darle libertad para que mire entre mis piernas. Entusiasmada por el morbo que me produce separo un poco, a propósito, un poco mas las piernas.

Mientras tomo otros tragos siento las manos sobre mi tobillo que comienzan a amasar muy suavemente mi piel. Eso me produce un cosquilleo en mi sexo como si me lo estuviera tocando. Cierro los ojos, como demostrando que me calma un dolor inexistente y dejo caer mi cabeza hacia atrás con un notorio suspiro de satisfacción.

Mientras el masajea mi tobillo, yo descuidadamente paso la mano por mis rodillas desnudas y las subo de a poco, acariciando lentamente mis muslos por su parte interna.

Siento que Mariano se revuelve en su silla. Mis ojos cerrados no me permiten verlo pero siento sus movimientos. Sus manos en mi tobillo están mas movedizas.

Giro un poco mi cuerpo y levanto mi pierna derecha sobre el posabrazos del sillón. La fin tela se desliza por mis piernas dejándolas casi totalmente descubiertas. Ahora estoy segura que él puede ver mi sexo desnudo debajo del pareo, que esta totalmente abierto. Siento que sus manos ya no masajean solo mi tobillos, casi llegan hasta la rodilla.

Con los ojos aún cerrados tiro la cabeza hacia atrás, dejándola casi colgada de mi cuello.. Me siento eléctrica... deseosa... caliente.... y comienzo a jadear muy despacio.

Movidas por un impulso interno, mis manos pasan suavemente por sobre la fina tela del minúsculo corpiño de la bikini. Siento que los pezones sobresalen asombrosamente a través de la tela. Razono que tengo que ir al comedor antes que papá salga a buscarme... pero esto es terriblemente embriagador... un minuto mas y basta.

Mariano baja el pie del masaje hasta el suelo... no se lo que esta por hacer... no quiero abrir los ojos... el no saber lo que esta pasando me erotiza terriblemente. Me agita pensar que se puede estar acercando a mi cuerpo casi desnudo, deseoso y terriblemente caliente.

Siento que una mano me toma de la nuca. Abro los ojos y veo que Gustavo esta con sus labios a escasos centímetros de mi boca.

¡¡¡Es un sueño...!!! Su mirada cargada de lujuria... de deseo... de temor a mi reacción... de chico que esta haciendo una travesura...

Saco mi lengua y paso la punta humedeciendo sus labios. Siento que otra mano se posa sobre mi seno apenas cubierto por el corpiño de la bikini.

Mi mano baja a los inflamados labios de mi sexo. Están calientes y húmedos. Recordar que anoche una verga entro por allí con violencia me pone al borde del orgasmo. Meto mis dedos entre ellos para frotar suavemente mi clítoris

Mis tetas amasadas por sus deseosas manos se ponen duras... desato el bretel en mi nuca y las descubro... ahora sus suaves y cariñosas manos frotan delicadamente mis inflamados pezones... me siento morir!!!!...

Su boca esta tan cerca de la mía que nuestras respiraciones, agitadas y calientes, se cruzan. Me mira con esos ojos que me aflojan hasta los dientes!!!...

Me tiene en un estado de calentura tal que ya no se si podre contenerlo. Tampoco se muy bien si no deseo que me coja en este mismo instante.

Saco los dedos empapados en el flujo de mi vulva y los meto dentro de su boca. Parece que hiciéramos todo como en una película en cámara lenta. El chupa con lentitud mis dedos. Los saco y meto con fuerza mi lengua dentro de su boca. El sentir el sabor de mis flujos me hace llegar a un dulce orgasmo ayudada por mis dedos que ya volvieron a su destino original.

Su boca en mi cuello me produce un sinfín de sensaciones que se combinan con los últimos sacudones del final del orgasmo.

Me siento en un estado de plenitud total, de placer infinito, de entrega dulce y apasionada. Mis pensamientos no existen... solo el placer de sentir vibrar mi cuerpo, de mezclar esa intranquilidad hermosa que provoca el fuego en mi interior con el intenso sabor del peligro de que aparezca alguien.

Mis tetas están en poder de la erotizante boca de Mariano. Las toma con sus manos. Las mira, las acaricia, pasa su lengua alrededor de mis afiebrados pezones humedeciéndolos, los chupa con pasión, tira delicadamente de ellos tomándolos suavemente con sus dientes.

Separo mis piernas para que él, que se ha casi arrodillado en el piso, se dedique a comer mis pechos con una intensidad que me esta volviendo loca. Desprendo mi pareo y lo saco abriéndole el camino para lo que estoy deseando cada vez con mayor desesperación.

Sus manos, que bajan por la espalda y la cintura me producen un cosquilleo que me da escalofríos. Su boca, que baja por la panza en dirección a mi sexo me va anticipando lo que viene, lo que me pone mas desesperada y ansiosa.

El fuego en mi interior va adquiriendo la intensidad de un bosque en llamas... me siento encendida... mis jadeos mas que aliviar mi agitación parece que avivan mas el caldero en que se han transformado mis entrañas.

Su lengua toca mi clítoris y se desata la locura. Mis manos lo toman de la nuca y su boca se pierde dentro de los labios de mi sexo. ¡¡¡Me esta comiendo literalmente mi sexo!!!

Mis caderas comienzan un vaivén salvaje. Mi orgasmo se desencadena cuando él me toma con sus dos manos por la cola y mete mas adentro de mi vulva su boca. Algo me sacude de manera tal que es imposible contenerme... miro hacia abajo y veo su boca brillosa de mis flujos como bebe con deleite los que sale de mi sexo.

Los sacudones de mi orgasmo me han hecho acurrucar sobre su cabeza. El mira hacia arriba y le comienzo a lamer los labios hasta terminar en un beso apasionado y sin final.

Marioano pretende seguir adelante pero el riesgo me asusta demasiado y le pido que dejemos esto para mas adelante. Para mostrarme su estado se baja su buzo de gimnasia y el slip dejando en libertad su sexo parado y duro que apunta hacia arriba y adelante.

Me da mucha pena dejarlo en ese estado por lo que tomo con mi mano su verga y la agito masturbandolo. El acaricia de nuevo mis tetas y en un par de minutos llega a un orgasmo terrible que escupe su semen sobre mi cuerpo desnudo y su escritorio.

Apurada y preocupada, por el tiempo transcurrido, me visto y vuelvo al vestuario para recomponer un poco mi aspecto. Puedo arreglar todo menos mis mejillas que están rojas y encendidas y mi calentura interior que esta totalmente desatada.

Cuando llego al comedor veo a papá compartiendo una mesa para almorzar con varios matrimonios amigos. Me han guardado un lugar a su lado. Me tranquiliza el ver que con la charla no se ha dado cuenta de mi demora.

Al acercarme a la mesa se hace, de golpe, un silencio notorio y cuatro de los cinco varones me miran con los ojos casi salidos fuera de las órbitas. Papá, que esta de espaldas, se da cuenta que algo pasa y se da vuelta para mirar... casi se cae desmayado.

-. Mariana !!!... no te queda demasiado chica esa malla nenaaaaaa!!!

-. Es la del principio de la temporada pasada, Gustavo... no te acordas?

Las mujeres salen en mi defensa alegando que yo soy una chica muy joven... que con 18 años todo se puede usar... todas esas cosas. Pero sus maridos me miran como para comerme. Me excita mas de lo que ya estoy, el ver como me miran.

A mi lado esta sentada Angie, la mas joven de todas las casadas que son amigas de mis padres. Al lado, su marido... un bombón!!!. Me siento a gusto porque con ella nos hemos hecho muy amigas, tiene solo cuatro años mas que yo (22). Ademas somos muy confidentes.

En largas charlas al lado de la piscina del club me ha hecho confidencias muy privadas. Me ha contado, por ejemplo, que ella esta muy bien atendida por Jorge (su marido, el bomboncito) Me ha confesado que en este, su primer año de casada, su marido se ha destapado. Su fogoso y atrevido novio se ha transformado en casi un sátiro insaciable.

Pero es indudable que Angie tiene alma para la aventura. Todavía no ha caído en infidelidad pero camina sobre el filo de la navaja. No tengo mucha experiencia pero me doy cuenta que, aunque esta muy bien atendida, por momentos esta mas caliente y zarpada que yo.

Pienso que este ultimo detalle puede servir para mi plan. Debo lograr que papá este <comprometido> conmigo. Si muevo levemente esa navaja, por donde camina Angie... ella caerá irremediablemente y me servirá.

Comenzamos a almorzar. Las miradas de los varones en mis tetas son impresionantes. Violeta y Gerardo el matrimonio que dos noches atrás protagonizaron una orgía en casa, ante mis atónitos ojos, con papá y mamá, están sentados enfrente mío. Violeta mira embobada a papá... esta como abstraída... es que no es para menos... hoy Gustavo esta para comerselo!!!. Gerardo esta encandilado con mis tetas.

Miro sus ojos, que no miran precisamente los míos. Recuerdo su perdida mirada en el momento de llenar de semen las entrañas de mi mamá y como un rayo mi mente recuerda su tremenda verga embravecida... un sudor frío recorre mi espalda y una llamarada baja desde mi estómago hasta mi sexo.

Aprieto las piernas imaginándome penetrada por esa tremenda verga y mis pezones se ponen locos, marcado su presencia, a pesar de lo apretados que están.

Angie me dice, en voz baja casi en secreto, que me aconseja que comience a tomar pastillas anticonceptivas porque sino, aun sin dejar de ser virgen, las miradas de Gerardo me van a preñar con toda seguridad.

Siguiendo casi en secreto le digo que se quede tranquila. Que hace solo dos días que se me fue la regla y que, de todas maneras, lo de virgen ya ha quedado en la historia y que, en todo caso, para estar preñada, desde anoche ya tengo mucho semen en mis entrañas.

La cara de asombro de Angie no tiene descripción. Quiere que le cuente. No se puede tener quieta. Me pregunta mil cosas en voz muy baja hasta que el resto de la mesa comienza a bromear por nuestros secretos y tiene que contenerse.

Me saca de la mesa pidiéndome que la acompañe al toilette. Ya por el camino me interroga pero yo le contesto con una sonrisa. Llegamos al baño y decido hacerla participe de mi plan para comprometer a Gustavo en su futura relación conmigo.

-. Contame hija de putaaaaa... con quien te encamastes anocheeee!!!!... Mariana que hermosooooo... que tal salioooo?... Como te fue?... Mmmmmm... me hace calentar el solo pensar....

-. Tranquila, jajajaja... Mira, Angie... todo salió de maravillas... es que me inicie con un tipo grande... de la edad de papá mas o menos.... un sueño... todavía no salgo del encantamiento...

-. Si es de la edad... y parecido a Gustavo... te envidioooooooo, jajaja. Ayyyyy... nenaaaa... que hermosoooo... me haces acordar a mi primera vez. Bueno... arreglemos para juntarnos mañana y me contas con lujo de detalles... sí?

-. Ahhhh !!!! es verdad, mañana es feriado. Estaría buenísimo que vinieran con Jorge a casa. Mientras él charla con Gustavo nosotras nos damos el gran festín de información...

-. Ayyyy... no puedo, nena. Jorge se va esta tardecita a Montevideo... Queres venirte vos a casa a cenar esta noche?... vamos a estar solas...

-. Mejor venite vos a casa... asi no lo dejamos solo a Gustavo. Queres?...

-. Podría ser... ademas, de paso me pego unos buenos <buches de ojo> con tu papi y me sirve de alimento para mis fantasías de los próximos meses...

-. Tanto te gusta mi viejo?... ¿Que le ves?... no esta medio anticuado?, jajajaja.

-. ¡¡¡Marianita!!!... ya no se cuantas veces te lo he dicho... Gustavo es una fuente inagotable de alimentación de fantasías eróticas, jajajajaja. Que dulce que es tu viejo, nena. Hoy esta como nunca. Asi, medio vestido como al descuido... con una mirada entre triste y desamparada... mmmmm... me lo comería a besos... jajajaja. Las minas que estamos en la mesa estamos pendientes de él ... y él parece solo estar pendiente de su hija, jajajaja... es muy vigilante?... o es siempre así?

-. Es siempre así. Es un dulce... sin ser empalagoso... como lo son, desgraciadamente, la mayoría de los machos...

-. Bueno... arregla todo vos... yo no propongo nada porque Jorge es receloso y no quiero tener quilombos... vamos... mmmm... estoy ansiosa porque me cuentes como fue lo de anoche!!!!...

Volvemos a la mesa y estan todos pendientes de un cuento verde que cuenta Coco, el cuentista del grupo.

Me siento un momento y después aviso a papá que ya vuelvo y me levanto para ir hasta el teléfono publico del bar. Llamo a Cristina, mi compañera de colegio y le pido que me pase a buscar por casa a las 6 de la tarde con la excusa de ver unos temas que necesita le explique. Cristina, que es repiola, capta al vuelo que yo necesito que me saque de casa, asi que quedamos de acuerdo en un par de minutos.

Ya en la mesa de nuevo los varones hablaban del viaje de Jorge a Uruguay y yo, haciéndome la que no se nada, le pregunto a Angie cuando vuelven. Me dice, delante de todos, que ella no viaja porque se aburre en los viajes de negocios.

Yo comento con papá que el tiempo no va a mejorar y que podemos invitar a Angie a pasar la tarde y cenar en casa porque yo quiero mostrarle algunos trapos nuevos que me he comprado. Quedamos de acuerdo en que será así.

Después de la sobremesa salimos, bajo una torrencial lluvia, de regreso a casa. Angie llevará a Jorge hasta el aeropuerto y se vendrá para casa de inmediato.

Cuando llegamos me quedo en la cocina preparando un café y Gustavo prende el televisor del living comenzando con su deporte favorito: el zaping.

Tomando café nos enfrascamos en una película del cable y se nos pasa el tiempo volando.

La bocina de la camioneta de Angie me avisa que ha llegado y voy a abrir la puerta. Cuando entra me doy cuenta que no solo llevo a su marido al aeropuerto sino que paso por su casa (a escasas veinte cuadras de la nuestra) y se ha sacado el jardinero que tenia en el club para cambiarlo por algo mas atractivo. Viene preparada para estar de visita en la casa de un macho que le gusta de alma.

De entrada nos vamos a mi habitación. Apenas entramos me acosa con sus preguntas.

-. Mariana... contame, porfa!!! que te hizo decidirte?... con quien fue?... como te fue?...

Deliberadamente le cuento lo ocurrido en el living de mi casa hace dos noches, entre papá, mamá, Violeta y Gerardo, como desencadenante de mi decisión.

Su asombro no tiene limites por lo que aprovecho para no contarle detalles y le prometo que después le voy a ampliar. Le explico que lo que vi me dejo en un estado de calentura tal que decidí hacerme mujer.

Le miento que anoche, volada de la calentura, fui a la casa de mi amiga Cristina sabiendo que ella había salido y su madre esta de viaje. Le sigo mintiendo que estaba solo su padre, que me gusta horrores, y que con el perdí mi virginidad.

Le cuento con lujo de detalles mi desvirgamiento solo cambiándole la titularidad de mi desflorador.

Angie esta encendida. Prende un cigarrillo detrás de otro. Cuando termino le digo que me espere y voy a la cocina por unas cervezas. Al volver, entro en mi habitación y ella esta tirada de espaldas en la cama con su corta minifalda plegada en la cintura. Se frota lentamente su pubis, por sobre la tela de una tanga roja que esta metida dentro de sus labios vaginales.

Sin darle mayor transcendencia le alcanzo su cerveza y me siento a su lado para contarle los prometido. La orgía entre papá, mamá, Violeta y Gerardo.

En realidad quiero contárselo porque espero calentarla al máximo posible. Trataré de prepararla para que, dentro de un rato cuando se quede sola con papá, este bien zarpada y tome las iniciativas que yo quiero que tome.

Durante el transcurso del relato, en el que soy deliberadamente minuciosa hasta la exageración, Angie no puede dar crédito a lo que escucha... ni tampoco contener la calentura que le provoca lo que le estoy contando. Su mano ya no frota su pubis sino que ha corrido de costado la tanga y sus dedos juegan dentro de su vulva.

Dos veces mas voy a buscar cerveza. En el tercer viaje vuelvo con la queja de papá de que esta muy solo (mentira conveniente de mi parte). Antes de ir hacia el living le pido a Angie que me haga el aguante con papá. Le explico que a mi me pasaran a buscar para tener un nuevo encuentro con el padre de mi amiga. Quedamos de acuerdo en que entretendrá a papa por un par de horas hasta que yo vuelva a cenar.

De acuerdo entre las dos vamos al living a charlar con Gustavo. Angie mira a papá como a un fruto prohibido. Lo come con la mirada. Para desgracia de Angie mi papá, para estar mas cómodo, se ha sacado la remera y los zapatos. Tiene solo el pantalón bermuda y el pelo revuelto por su costumbre de pasarse la mano por el pelo cuando mira TV. ¡¡¡ Es un sueño... el muy guacho!!!. ¡¡¡La echaría a Angie y me lo comería a besooooos!!!. Pero... mis planes son mas importantes.

Entusiasmados con una discusión sobre los ejercicios modeladores sin aparatos, de los cuales papá es un ferviente defensor y practicante, nos interrumpe el timbre. Cristina saluda a todos y me apura porque debemos llegar a casa de otra amiga cuanto antes. Me cambio de ropa, poniéndome un enterito liviano, las llaves de la puerta de entrada y las de la puerta de servicio para entrar de incógnito, de acuerdo a mi planes.

Subo a la motito de Cristina y sin dar muchas explicaciones le pido que me deje en un bar que esta a ocho cuadras de casa donde tengo una cita que después le contaré.

Ni bien me deja tomo un taxi y vuelvo a casa. Con mucho cuidado entro por el jardín hasta la entrada de servicio y sigilosamente me meto de nuevo en la casa.

Angie y papá siguen en el living charlando sin dar mucha atención al televisor. Papá explica los distintos efectos que los ejercicios sin aparatos producen en el organismo. Para dar mayor detalle pone un cassette de video donde se explican detalladamente cada ejercicio y sus distintos pasos de ejecución.

Entre los dos se ponen frente al TV a imitar los ejercicios del instructor. Desde la puerta de la cocina donde estoy veo que Angie esta al borde del precipicio. Es un gata en celo buscando desesperadamente el momento para que su acoso actual se transforme en ataque directo.

Cuando papá la toca para indicarle una posición de los brazos o de las piernas ella cierra los ojos y suspira profundo.

A los pocos minutos de estar imitando el video, sin decir nada mas que tiene mucho calor se saca su simple y liviano vestidito veraniego para quedar solo con la tanga. Gustavo se queda impactado. El pelo negro de Angie que, suelto y algo pegado a su piel por la transpiración, le llega casi a cubrir sus impactantes tetas... le da una imagen de salvaje que hasta a mí, me impresiona.

Han quedado frente a frente con papá separados por apenas un metro. Por casi un minuto se miran. No veo la cara de Gustavo pero la de Angie es un incitación a la lujuria. Su pecho sube y baja manejado por la agitación que tiene. Sus pezones erectos sobresalen entre el pelo que los cubre. Parece como si ninguno de los dos estuviera dispuesto a dar el próximo paso. Angie, sin sacar la vista del cuerpo de papá, comienza a bajar lentamente la tanga hasta que queda a sus pies. Se acerca lentamente y comienza a pasar sus manos por los hombros desnudos de Gustavo. Baja por los brazos hasta llegar a las manos. Las toma con las suyas y las lleva hasta sus tetas. La distancia se ha acortado a la mitad. Cuando Gustavo toma los pezones entre sus dedos ella toma con las manos su cara y se zambulle en un descomunal intercambio de labios y lenguas que por su violencia produce sonidos que escucho claramente.

Ella baja hasta las tetillas de él y las chupa con deleite, mordisqueándolas levemente. Sigue bajando y con ambas manos se lleva hacia abajo el bermuda y el slip. El sexo de Gustavo, algo excitado ya, queda a su disposición frente a su cara.

De rodillas en la alfombra ella toma la verga de papá y, acariciándola, la mira con detenimiento y ojos deseosos. Saca su glande afuera y pasa con mucha ternura la lengua por toda su superficie. Antes de meterla en su boca levanta la vista y lo mira con una sonrisa de lujuria. Papá acaricia suavemente sus mejillas y tomándola de ambos lados de su cabeza penetra decididamente su boca con su gruesa verga.

Angie comienza a chupar y saborear la pija de papá con desesperación. Es tal el entusiasmo que pone que el ruido de la succión se escucha claramente desde donde yo estoy. Me siento caliente y encendida como si fuera yo la que estuviera con esa verga en la boca. Un sensación de descontrol comienza a invadirme. Debo controlar mis impulsos... es muy importante que yo aparezca en el momento preciso.

Papá esta con una erección perfecta. Con un mar de celos internos me parece que es mas importante que la que tenia anoche para conmigo. No importa... ya mejoraremos eso cuando no estén jugando estúpidos preconceptos.

Angie chupa con tanta desesperación que lo va acorralando contra el sillón hasta que Gustavo cae, lentamente, sentado. Ahora si veo perfectamente como entra y sale esa hermosura de la boca de Angie. Papá se revuelve en el sillón hasta que va cayendo y queda en la alfombra acostado boca arriba.

Angie, que ha estado con su mano derecha perdida en su propio sexo, se desliza hacia el costado hasta quedar en posición de 69 con papá debajo. No puedo ver que le hace, pero los pocos segundos ella tiene que sacar la verga de su boca y presa de una desesperación incontenible tiene un orgasmo terrible entre gritos, jadeos y palabras de agradecimiento por el orgasmo que le esta provocando. Esto me pone verde de los celos... pero se que debo soportarlo.

Angie avanza con su pelvis por sobre el torso de papá. Tomándose con ambas manos de los tobillos de Gustavo levanta su cadera y, ayudada por él, que pone la verga apuntando hacia arriba, va sentándose lentamente hasta tragar con su sexo toda la masa de carne.

Moviéndose sobre el cuerpo de papá como cabalgandolo y amasando sus propias tetas como para hacerlas reventar ella lo esta cogiendo con una fuerza endiablada. De vez en cuando se toma de los tobillos de él, levantando su sexo saca la verga casi hasta la punta y luego deja caer de golpe para ensartarse con violencia. El ruido que esta penetración produce me taladran los oídos.

El cuerpo de Angie, tan grande y corpulento como el mío, parece una hoja agitada por el viento por la forma en que tiembla y se agita totalmente empapado de transpiración. Los gritos de gozo y las desenfrenadas sacudidas esta intensificando me dan la pauta que esta desarrollando otro tremendo orgasmo.

Salgo de mi lugar de observación y, rápidamente, me voy a la puerta de entrada a la casa. Con sumo cuidado abro y me dirijo directamente al living. En ese momento, aprovechando el respiro del reciente orgasmo de Angie, Gustavo la ha hecho parar y, haciéndole apoyar las manos en el respaldar del sillón y la pierna derecha sobre el posabrazos acaba de ensartarla, desde atrás, hasta los pelos.

La cara de lujuria descontrolada de papá es indescriptible. Angie es un saco de carne que se sacude por los empujones de Gustavo y pide a los gritos que acabe para sentir su leche en sus entrañas.

Pasan algunos segundos desde que yo aparezco en la dirección de sus miradas hasta que reaccionan y se dan cuenta lo que acaba de ocurrir. Yo, con la mas elaborada de mis caras de horror e indignación (para papá) y de disculpa e inocencia (para mi amiga), pido disculpas alegando que la amiga que fuimos a buscar no estaba y salgo apresuradamente para mi dormitorio sin demostrar gran preocupación por lo que acabo de presenciar.

Indudablemente, el resultado de mi elaboración esta saliendo perfecto. Apenas un minuto después aparece en mi habitación Angie con una cara que denotaba su turbación.

-. Mariana... yo no se... nena... por favor... decime..

-. Angieeeee, porfaaaa... no seas boluda... nenaaaa.!!!!.... ¡¡¡ Mira si voy a estar enojada!!!! No me vas a decir que estas preocupada?... La estúpida fui yo que ni se me ocurrió que vos podrías... ¡¡¡ perdoname Angie!!!... tanto tiempo esperando la oportunidad y vengo yo... tu amiga... y te arruino en el mejor momento...

-. Uffff.... ¡¡¡que susto que me pegue!!!... no sabia si lo habías tomado a mal... Sabes que pasa Mariana?... me había recontra jurado a mi misma que, si algún día le metía los cuernos a Jorge, tenía que ser solamente con Gustavo... no se si me vas a entender... porque es tu papá... quizás por eso no una idea de lo que él desata dentro de mis tripas... ¿Me quedo tranquila, entonces?... ¿No te jode que haya pasado esto?

-. Noooooo.... por favor.... lo único que me jode es haberte cortado en lo mejor...

-. Jajaja... ¡¡¡Estas loca... en lo mejor!!!. Lo mejor estuvo antes que vos llegaras. Lo jodido es que él se quedo en la mitad de la recta final... ¡¡¡poooobre... tan dulce y adorable que es!!!... No le hagas mucha historia nena.... mira que fui yo la zarpada que me lo cogí, casi violándolo...

-. Noooo... quedate tranqui... no le voy a decir nada. Ademas... jamas le cuentes lo que yo te conte de esa noche con mamá y sus amigos... no quiero que él sepa que los vi... entendes?. Si es por la calentura conque se quedó... que se la aguante, jajajaja ... mañana tendra que agarrar a su secretaria y desquitarse...

-. Como la envidioooooo!!!!... jajaja... pero bueno... yo, el gusto me lo di ... y bien cogida que termine!!!... Pero... secreto entre nosotras, nena ... estamos?

-. Siiiii, ovbio. Siento que acaba de salir de la ducha... Anda... date un baño vos que yo voy a preparar la cena... Vamos!!!... disfruta el gusto que te acabas de dar y dejate de pelotudeses... si uno de estos días queres completar lo que yo interrumpí... en una de esas te doy una mano... jajajaja.

-. Nenaaaaaaa... sos un amor!!!... me doy una ducha y voy...

Sali de mi habitación en dirección a la cocina. Gustavo salía de su habitación, recién bañado y con un pijamas de pantalón corto que le queda... de ensueño. Su cara de gato sorprendido infraganti comiéndose el canario me causó muchísima gracia, pero la disimule con esfuerzo.

Mirándome con cara de culpa comenzó a decir...

-. Mariana, es necesario que hablemos, nena... yo no tengo...

-. No es necesario, papá.- lo interrumpí drasticamente.- Voy a preparar la cena... cenemos los tres como si nada ha ocurrido... después que Angie se vaya a su casa... aclararemos perfectamente todo, por supuesto.

Me fui hacia la cocina dejándolo parado en el pasillo... su posición a mis espaldas y su perplejidad y preocupación no le permitían ver mi cara de satisfacción y de triunfo... mezclada con la lujuria de saber lo que, irremediablemente, ocurriría esa noche... después de cenar.

Capitulo 3

Después de haber sorprendido in-fraganti a papá cogiendo despiadadamente a la joven mujer de uno de sus mejores amigos, las cosas lentamente fueron mejorando para mis planes futuros.

La cena entre los tres se desarrollo sin contratiempos. Angie estuvo muy animosa y dicharachera. Mi garantía de que no estaba molesta, para nada, transformó su cogida con papá en una victoria sin atenuantes. Papá sonriente, pero, yo lo conozco bien, algo preocupado. No pasaba un minuto sin que levantara la vista y con disimulo me mirara tratando de evaluar mi estado de animo.

Yo charle animadamente con mi amiga y después del postre la acompañe hasta su camioneta sin dejarla un minuto sola. No quería que hiciera una despedida cariñosa con papá. De todas maneras, su "Chau Gustavo... gracias por todo" (con el beso en los labios) y el "te esperamos mas seguido, con Jorge, lógicamente" de papá me sonó a mensaje encubierto. Me mantendré alerta para controlar eso, obvio.

Vuelvo a entrar en casa después de despedir a Angie y papá esta parado al lado del bar sirviéndose un whisky. El solo verlo así, despeinado, con la camisa abierta, sus eternos bermudas y descalzo, me excita y me trastorna.

Paso a su lado, sin mirarlo, con cara de nada. Por el rabillo del ojo veo que me sigue con la vista en dirección a la cocina hacia donde me dirijo. Solo un par de minutos después aparece él y con movimientos lentos se sienta en la punta de la mesa con el whisky en la mano.

-. Marianita, tenemos que hablar. Creo que han pasado algunas cosas...

-. ¡¡¡Mira Gustavo!!!.- lo interrumpo con firmeza y cara de enojo.- Si tu intención es disculparte por lo...

-. Ninguna disculpa.... no, no. Solo que creo...

-. No me i-n-t-e-r-r-u-m-p-a-s, por favorrrrr. Vamos a hablar mas tarde. Ahora me voy a dar un baño. Si viene Cristina a buscarme por favor decile que me aguante que estoy retrasada...

-. ¿Qué... vas a salir?

-. Si... por un rato. Trata de distraerla mientras me baño, porque no le gusta esperar...- poniendo cara seria y mirándolo a los ojos con firmeza, agrego- pero, por favor, papá... no te la cojas....

-. ¡¡¡¡ Marianaaaa ¡!!!... por favor... espero que primero me escuches y no me vuelvas loco con esas cosas a partir de ahora...

-. Lo que va a pasar a partir de ahora, entre nosotros, lo vamos a hablar muy detenidamente... pero después.

Salgo decididamente para el baño y lo dejo pensativo sentado en la esquina de la mesa.

Cuando termino mi ducha, salgo envuelta en una bata y vuelvo a la cocina. Tomo el teléfono y llamo a mi amiga Cristina anunciándole que he decidido cancelar hasta mañana la salida porque ya es muy tarde y estoy algo cansada.

Para hablar por teléfono, he apoyado mi cola en el borde de la mesada de mármol. Mi bata, sin atar, se ha abierto unos quince centímetros en el frente. Para no mirar a papá, que ahora se ha sentado en una banqueta alta enfrente mío, miro como distraída mis uñas. Al mirar para abajo veo que una de mis tetas esta casi totalmente descubierta y la otra asoma provocativamente la aureola de su pezón. Mas abajo mi pubis luce cuidado y subyugante.

Cuando termino de hablar, levanto la vista y me encuentro con la mirada de lujuria culpable de papá. Un hormigueo en la boca del estomago me excita y me insita a mimarlo. Su camisa abierta y su eterno bermuda de estar en casa me ponen a mil... me lo comería a besos. Trato de controlar mis impulsos. Son mas importantes mis planes. Saco del bolsillo de la bata el cepillo y comienzo a estirar mi largo pelo para que se vaya secando.

Gustavo me mira y se le hace imposible no mirar mi cuerpo desnudo que, ahora que levanto los brazos para peinarme, esta mucho mas visible que minutos antes.

-. Mariana... esta situación no puede seguir así... debemos aclararla de inmediato....

-. ¿Y que tenes pensado hacer al respecto, Gustavo?... ¿Tenes pensado someter sexualmente a todo el que aparezca por esta casa?... ¿O vas a volver a tu costumbre de cogerte a todas las minas de la oficina y a todas las amigas de mama... pero afuera?. Porque dejame decirte una cosa...

-. Marianita, por favor... yo se que...

-.No me i-n-t-e-r-r-u-m-p-a-s, por favorrrrr. Mira papá... desconozco los apetitos sexuales de mamá y su comportamiento fuera de nuestra familia... que, por otro lado, tampoco me interesan... pero te digo.... con vos el asunto es totalmente distinto. Yo, Mariana, tu hija o no tu hija, ya soy una mujer. Por si no te distes cuenta, anoche colaboraste dignamente, aunque con muy poco entusiasmo, en que ello finalmente ocurriera...

-. ¡¡¡¡ Marianaaaa ¡!!!... por favor... sos mi hija, nena!!!!...

-. TU HIJA LAS PELOTAS....!!!!!!!... soy una mujer y como eso me tenes que tratar.... y te digo mas... no soy una regalada ni una mal cogida como muchas de las que vos te llevas a la cama. Estoy enloquecida con vos... pero no me voy a arrastrar pidiendo por favor que me atiendas. Me tomas o me dejas. Pero si me tomas va a ser como corresponde... y te comportaras en consecuencia. Y si me dejas anda pensando que inventas con mama, porque me voy de casa y le pienso decir a mama que me voy porque te deseo con locura y no quiero romper su matrimonio, ni robarle el marido... lo que es absolutamente cierto, por otra parte...

-. Nena... que locura te agarro?... hasta ayer tus problemas mas notorios en nuestra familia estaban referidos a la ropa, los zapatos, las salidas.... ¿qué paso, que de golpe aparece todo esto?. Quiero señalarte que anoche prácticamente me violaste haciendo uso y abuso de tu contextura y estado físico y de que yo no quería ser violento contigo. ¿Qué te pasa... Mariana?... ¿Qué bicho te ha picado que estas tan violenta conmigo?...

Aprovechando el hecho de tener la cabeza baja dejo el cepillo en el bolsillo y me tapo la cara con ambas manos simulando que estoy llorando. Papá se queda callado. Yo sigo simulando un sollozo muy tenue y logro que aparezcan las primeras lagrimas que siento en la palma de mis manos.

-. Marianita... – con el tono mucho mas suave y dulce - ¿qué te pasa ahora?.... ¿por qué lloras, mi vida?...

-. Es... que... – con la voz entrecortada por los forzados sollozos.- no entiendo.... porque me... pasa esto... estoy enloquecida... de necesidad de.... mimos de... tu parte... y vos parece... como si... me tuvieras asco...

-. Pero nooooo.... mi vida.... ¿cómo podes decir eso?

-. Es que.... anoche fue... el momento... mas esperado... de mi... vida... y vos... casi me... me... me... despreciates.... (buaaaaaaaaa)....

-. Pero nooooo... vos tenes que entender... eso no es posible... así las cosas no...

-. Que no... si yo... hace un rato... te estuve mirando.... un buen rato.... antes de aparecer... y te cogías a Angie... con pasión y con lujuria.... hasta con desesperación... (mas llanto desconsolado)

-. Pero es que vos sos mi hija... yo a vos te quiero con locura... yo por vos...

-. Yo creí... que anoche... para vos... había sido... tan hermoso... como para... mi.. pero ahora... ahora que te... vi con Angie... entiendo como es que se hace cuando se siente... (buaaaaaa)

-. Mariana... mi vida... no se como explicarte...

Hago el intento de ir hacia mi habitación y papá me toma de los hombros intentando consolarme. Me acerca hacia él y me abraza por sobre la salida de baño. Yo sigo compungida y con la cabeza gacha, me acurruco en su pecho y pongo mi cabeza sobre su hombro. Mi boca ha quedado a escasos centímetros de su cuello y su pierna derecha, elevada por su postura en la banqueta alta, a quedado metida entre mis piernas desnudas.

Mi altura ha dejado mi sexo en contacto directo con la piel del muslo de papá. Siento el vello acariciando los labios de mi vulva y un sacudón eléctrico recorre mi cuerpo como una ráfaga huracanada.

-. Mi forma de tratarte es porque realmente te adoro, mi vida – me dice suavemente papá frotando mis hombros por sobre la tela de toalla.

-. Pero yo siento otra cosa... o no se... me siento tan sola... tan poco querida.- murmullo en su oído mientras lenta y disimuladamente acomodo mi sexo sobre su vigorosa pierna.

Retiro mi cuerpo hacia atrás para mirarlo a los ojos y quedo prácticamente sentada con mi sexo sobre su pierna. Papá tensiona su cuerpo y sus músculos se endurecen.... los siento casi dentro de mi vagina.

Tomo su cabeza con ambas manos y meto mis dedos entre su sedosa cabellera. Lo acaricio suavemente mirándolo a los ojos. Estoy segura que se nota en mi mirada la terrible calentura que me esta empujando a la locura total.

-. ¿Te das cuenta como estoy, papito?-. le pregunto melosamente mientras comienzo a frotar muy suavemente mi clítoris en su pierna.- ¿Te das cuenta el fuego que tengo adentro?.- aprieto un poco mas mi sexo contra su pierna y un temblor descontrolado me pone los ojos en blanco y me obliga a tirar la cabeza hacia atrás mientras un delicioso orgasmo explota en mis entrañas.

Es tal la fuerza del temblor que suelto mis manos de su cabeza y ambas caen a ambos lados de mi cuerpo. La salida de baño cae y siento las manos de papa, en mi espalda ya desnuda, que me sostienen con firmeza para que no caiga hacia atrás.

Mi pelvis se mueve hacia atrás y adelante sin que yo la impulse. Mis jugos han empapado el muslo y el fino bermuda de papá. Ahora siento una locura descontrolada cuando mi clítoris recorre desenfrenado resbalando sobre su pierna.

Abro lo ojos y veo que papá esta con los ojos cerrados como haciendo fuerza para no sentir. Me paro, despegando mis labios vaginales de su pierna, y sin alejarme de él meto dos dedos en mi vagina y con la otra mano apreto desesperadamente mis tetas. Cuando él abre los ojos estoy masturbándome con desesperación y una cara de lujuria descontrolada que hace que la cara de papá se transfigure. Comienzo a ver que el Gustavo que cogía a mi amiga Angie esta empezando a aparecer.

-. Quedate... asi... no te pido... mas... dejame que... apague este volcán... que tengo adentro... como lo he hecho... en estos últimos... ssssssss.... dos años.... con vos... pero sin vos... sssssss... que hermoso me haces.... acabarrrrrrr.... ay ay ay ay ... por favorrrrrrr... otraaaa,,,, vezzzzz.... ssssss.... toma... siiii... tomaaaaa.-

Sacando mis dedos untados de los jugos de mi orgasmo, los paso por sus labios. Después de una leve duda Gustavo entreabre sus labios y dejando entrar mis dedos los chupa con suavidad al principio y con desesperación luego. Sus dedos tocan suavemente, y con cierto temor, mis pezones. Un sacudón mas fuerte que los anteriores sacude todo mi cuerpo. Papá comienza a descontrolarse. Acerco mi boca jadeante a escasos centímetros de sus labios. Su mirada de angustia, de impotencia por no poder controlar lo que sale de sus entrañas, se va transformando muy lentamente en esa mirada lánguida y deseable que hace enloquecer a tantas mujeres.

En un último intento de resistencia se para delante mío. Ya esta casi entregado. Con ambas manos bajo la camisa de sus hombros y sin preocuparme por sacársela aprovecho que esta retiene sus brazos por detrás para agacharme y llevarme con mis manos su bermuda y su slip hasta los tobillos. Su sexo, semierecto, queda frente a mi cara. Lo abrazo por su cola desnuda y acaricio mis mejillas y mis labios con sus genitales. Antes que él logre reaccionar meto la punta de su grueso miembro en mi boca y, sin mucha experiencia, comienzo a chupar y lamer con desesperación.

-. ¡¡¡Mariana... mi Dios, por favor!!!! Me haces hacer locuuuurassss.... No... por favor, mi nena... esto es demasiado... -. Sus formas autoritarias y dominantes han dado lugar a un ruego tenue y lastimero que va dando paso a un jadeo acompañado por su pelvis que se mueve lentamente.

Sin duda el haber quedado a mitad de camino con Angie, sin poder llegar al orgasmo, me facilita mucho las cosas. Apenas comienzo a chupar su verga comienza a crecer al punto de que a pesar de mi boca grande me da trabajo meter la cabeza dentro para poder chuparla.

De pronto, cuando mis manos en su verga ya sentían la máxima dureza, Gustavo me toma de los brazos y me levanta hasta que quedo parada frente a él. Mi respiración jadeante y la suya se mezclan. Nos miramos a los ojos y me inunda una sensación de amor infinito. Lo abrazo con fuerza y nos fundimos en un beso apasionado e interminable. Por momentos siento que me voy a meter entera en esa boca dulce y cálida que me besa con lujuria.

Nuestros cuerpos desnudos pegados en el abrazo y soldados por dos bocas que se devoran entre sí, parecen incendiarse por la temperatura a flor de piel. Bajo mi mano y tomando el sexo de papa lo pongo entre mis piernas, por debajo de mi sexo.

Cuando siento esa gruesa barra de carne quemante en contacto con los labios de mi vulva mis caderas comienzan un involuntario vaivén haciendo que el lomo frote mi clítoris. Las descargas eléctricas dentro de mi cuerpo ya están fuera de todo control. Siento deseos de jadear, de gritar... Suelto la boca de papa y lo miro a los ojos. Meto mis brazos por debajo de lo suyos y lo abrazo cerrándolos por su espalda como una llave de yudo. Lo apreto con desesperación. Siento que cada vez que apreto su falo quemante, este se pone aún mas duro entre mis entrepiernas.

-. Cojéme, Gustavo... – murmuro jadeante en su oído mientras aumento el roce de mis labios vaginales contra el lomo de verga.- ¡¡Cojéeme YA!!!.... mi vida... no te das cuenta... que no puedo masssss.... cojéeeeeme por favor... necesito... necesito sentirte dentro mío.... necesito tenerte como anoche... por favorrrrrr... no aguanto esperar mass...

Nuestra bocas se vuelven a sellar. Lentamente, como si estuviéramos bailando una música que no existe nos vamos desplazando a pasos cortos y pausados hacia el living. El caminar lentamente con su falo entre mis piernas me produce un morbo terrible. Cuando siento la espesa moquete del living bajo mis pies desnudos el roce de la verga en mi clítoris descuelga otro orgasmo desde mis entrañas. Los sacudones involuntarios de mi cuerpo ya no los puedo controlar... mis gritos de placer, tampoco. Mis piernas soportan dos o tres pasos mas y se aflojan. Gustavo acompaña mi cuerpo hasta que llega lentamente a la alfombra. Mis manos toman su verga erecta con desesperación. Esta empapada y resbalosa de mis flujos orgasmicos. Intento dirigirla hacia mi sexo y abro desmesuradamente las piernas para que él entienda que ha llegado el momento.

Con su verga rígida como un garrote, apuntando hacia arriba y adelante, él se para y mira todo mi cuerpo desnudo y sudoroso. Mi largo pelo se ha pegado en mi piel. Mis piernas descaradamente levantadas y abiertas y mis brazos tendidos hacia él acompañan mis gestos para que me penetre y calme mi desesperación.

El me mira con una cara que solo dice todo lo hermoso que va a pasar ahora que esta plenamente decidido. Tomando una de mis piernas levantadas, que esta a la altura de su cintura, y agachándose lentamente, comienza pasar su lengua por la planta de mi pie. Es una sensación inenarrable. Su lengua moja todo lo que encuentra a su paso. Los deditos de mi pie se pierden dentro de su boca. En mi desesperación llevo mi mano hasta mi sexo y agito los dedos con locura. El toma mis manos por las muñecas y las aparta para evitar lo que hago. Ahora su boca, dando suaves mordisquitos y dulces lambetones avanza por la parte interior de mi pierna hacia abajo. Solo pensar lo que esta por ocurrir me desespera aún más.

Papa llega a mi sexo y a mi se me termina el mundo razonado. En mi mente las cosas pasan como en un torbellino psicodélico sembrado de estallidos luminosos que me enceguecen. No se cuanto tiempo pasa comiendo mi sexo. Mis manos enredadas en su pelo para que los sacudones de mi pelvis, desesperados y descontrolados, no lo saquen de su faena, comienzan a tirar para arriba para que sus labios vengan a mis labios.

De pronto, se detiene. Se arrodilla entre mis piernas y me mira con infinita dulzura. Pasa sus manos con delicadeza y mucha suavidad por mis piernas desnudas. Yo estoy super agitada y jadeo como si me estuviera ahogando. Me mira fijamente a los ojos cuando sus manos llegan lentamente a mis tobillos. Con al misma lentitud me toma de los tobillos y los sube, como en cámara lenta hasta sus hombros. Mi corazón palpita que parece que se me va a salir por la boca. Me imagino lo que esta por venir. Me enloquezco mas de solo pensarlo.

Apoyando mis talones en sus hombros separo mas las rodillas y arqueo mi cuerpo levantando mi cola del suelo. Instintivamente mis manos separan los labios de mi vagina abriendo al máximo la entrada para él.

El tiempo se detiene para mi. Mi vulva palpita ya tanto como mi corazón. Se me nubla la vista. Bajo la mirada y papa tiene su verga en la mano listo para empezar. Esta terrible. El glande se ha puesto morado casi violeta. Me parece que mucho mas grande... o será mi deseo?.

Papa me mira ... me siento como un toro frente a la espada... papa no esta midiendo para lanzar la estocada... solo esta gozando de mi lujuria desenfrenada y de mi desesperación porque me penetre de inmediato. Se acerca muy lentamente hasta que ese glande gigantesco se posa entre los labios abiertos y empapados de mi sexo. Los suelto al sentir que su verga ha quedado calzada en la puerta. Clavo mis uñas con desesperación en su cintura para provocar el empujón hacia delante. El no se mueve. Siento que su verga esta calzada para entrar pero él no avanza.

-. Gustavo.... por favor... es necesario... que te diga... cuanto deseo... que me...

-. Si... es necesario...

-. ¿Cómo?... por favor... mi vida... metete dentro mío... no sentís... como estoy?

-. Seguiré... solo si me cuentas lo que vas sintiendo...

-. Ayyyyy.... siiii... por Dios... dame una señal... y te contare tooooodoooo...

En ese momento Gustavo aumenta levemente la presión... no empieza a entrar... solo siento como se separan aún mas los labios de mi sexo. Es la señal.

-. Mi vida... siento como... si se fuera a... desgarrar... mi cuevita... siento que... los bordes de ese... hongo... no lo dejan entrar... siento desesperación... por sentir... que empujas otro poquito... Asiiiiii.... sssssss... por Diosssss... que grande que... está ahora... siiiii... dejame que corra mis piernas por tu brazo.... me quiero abir mas... sino no va a poder entrar, Gustavo.

Papa maneja con mucha mezquindad su penetración. Al abrir las piernas al máximo, sin sacarlas de sus hombros, miro hacia abajo y veo que la cabezota de su verga aun no ha entrado en mi vulva. Es tal el estiramiento de los labios de mi sexo que mi clítoris parece una pequeña pija, roja y sobresaliente, que a escasos milímetros del glande, apuntando hacia arriba.

-. Empujaaaaaaa.... malditooooo... no ves que me estoy muriendo de desesperación... empuja... por favor...

Extraviada, mirando la verga de papa que no avanzaba, veo su mano que se acerca lentamente a mi clítoris. Mojando sus dedos en mis flujos lo toma y comienza a masajearlo con extrema dulzura. Un orgasmo violento me sacude por completo. Un temblor descontrolado desarticula mis brazos y piernas justo en el momento en que papa sale un poco hacia atrás. Presa de un orgasmo desconocido para mi, levanto la vista con asombro por su retirada. Al ver su cara, instintivamente vuelvo a mirar hacia abajo. Al salir el tapón que obstruía mi vulva mis flujos inundan la verga de papá. Un corto y rápido empujón mete adentro la cabeza completa llevándose también los labios vaginales, vencidos por el empuje.

-. Ahhhhh... siiiiiiiiiiiii..... mi burro.... siiiii..... massssss... empuja esa hermosa... pija... dentro miiiiiiiiooooo.....

No tengo fuerzas para razonar o pensar en este momento... pero estoy segura que no es esta la verga de papá que se llevo mi virginidad anoche. Sentir la cabezota dentro mío es absolutamente enloquecedor. Cuando entro la cabezota sentí como si los bordes de mi sexo se hubieran partido en dos para facilitarles la entrada. En medio de un orgasmo gigantesco el temblor me hace pedalear descontroladamente con las piernas sobre sus hombros.

Grito como una poseída y lo puteo para que me ensarte hasta el tronco. Me sacudo con desesperación porque mis temblores y movimientos mueven lateralmente su glande dentro de mi vagina y eso me produce una locura total. Le pido, casi entre sollozos, que por favor me penetre.

El, con una sonrisa en los labios, saca la cabeza de la verga de mis entrañas y cuando yo me callo por la sorpresa me hace seña con su dedo sobre los labios para que me quede un segundo en silencio. Vuelve a meter y sacar su cabezota de mi sexo inundado de flujos y el ruido que hace es mágico... la tercera o cuarta vez que lo hace comienzo... o renace el anterior, ya no lo se... una acabada descomunal.

Gustavo me toma de la nuca levemente para que pueda mirar que, cada vez que sale y entra de nuevo tu tranca, penetra un par de milímetros mas adentro. Ver como sale bañada en mi orgasmo y se pierde de nuevo dentro con el ruido de la penetración, me enloquece. Dentro mío siento que en cada entrada... que son ya incontables... el trepano se va abriendo camino inexorablemente.

-. Mi vida... no quiero... acabarme de nuevo... sin sentirme... que estoy... ensartada hasta... ayayayaya... no me mezquines... que me estoy... por... dame... hijo de puta.... damelaaaaa...

Consciente que me estoy por volcar como una yegua alzada me toma de los tobillos que están sobre sus hombros y flexiona mis piernas sobre mi pecho. Comienza un vaivén cortito y rapidisimo desde la punta hasta la mitad de su verga. Lo que me hace sentir es algo que no puedo describir con palabras.

El sabe que me estoy por acabar de nuevo. Cuando mi orgasmo empieza empuja lentamente hacia delante con todo su cuerpo hasta quedar acostado sobre mis piernas flexionadas. Me acaba de empalar sin misericordia y hasta los huevos.

Penetrada por un terrible pedazo de carne que siento al rojo vivo, solo atino a abrir desmesuradamente los ojos y la boca como buscando el aire que siento les falta a mis pulmones. La penetración no es violenta... es firme... es perentoria... es determinante... es imparable... sin atenuantes, aunque esa terrible verga entre rompiendo todo a su paso.

Mientras el orgasmo me derrite... siento que se abre paso dentro mio un barreno que no para. Empujando mis flujos y desconectándome cerebralmente la verga de papá me perfora hasta llegar al fondo de mi vagina. Mi grito... mi alarido... de placer, de dolor, de satisfacción y de lujuria queda apagado por la boca de papá que se come la mía con desesperación.

A pesar de mi fuerte contextura física y mi exuberante cuerpo papá me maneja como a una muñeca inflable. Su lujuria... su pasión desatada le dan una fuerza desconocida y me provocan aún mas morbo a mi que ya me siento su esclava sexual. Me toma de los brazos y, tirándose hacia atrás hasta quedar sentado sobre sus pies, me levanta junto con él. Deja que mis piernas se desplieguen a ambos lados de su cintura... me sienta sobre su verga sujetándome por la cola. El sacudón que siento es sublime. Mis tetas saltan por el aire cuando miro hacia abajo porque senti como si su verga me hubiera salido por el ombligo.

-. Aaahhhhhhhh.... ayayayayay... siiiii.... me estas... llegando... hasta la gargantaaaaaaa... por favor... papito... como me haces gozarrrrr.... nooooo.... no te tires... para atrás... que se va a ir mas.... adentro y ya no doy massssss..... ayayayayay... como me gustaaaaaaaaa...

Lentamente, y aprovechando que abrazada de su cuello me sacudo como loca ensartándome en su verga, Gustavo desenrolla sus piernas por debajo mío hasta que, tirándose para atrás queda totalmente acostado en la moquete del living.

Estoy absolutamente empalada en su verga. Siento palpitar estaca en mis entrañas. Me tomo con ambas manos la pelvis y me parece sentir, a través de la piel, el pistón gigante que mi vagina se acaba de tragar hasta los pelos.

Ahora estoy segura que lo que tengo dentro es mucho mas gigantesco que lo de anoche cuando con él perdí mi virginidad. Por primera vez en mi vida me estan, verdaderamente, cogiendo como corresponde.

Me siento rellena. Me siento hermosamente cogida por una pija que me hace salir lagrimas de los ojos. Que me hace retumbar los oídos. Que me incita a gritar como una loca. Me erotiza sentir violadas mis entrañas. Domina todos mis sentidos ese cosquilleo, esa excitación, esa lujuria de orgasmo constante que ya no logro controlar. La sensación de que una cuña al rojo vivo esta a punto de partirme en dos, me provoca un morbo terrible.

Papá masajea mis tetas con pasión y sus dedos apretan mis gruesos pezones hasta el delirio. Mis caderas mezclan los movimientos hacia arriba y abajo y hacia atrás y adelante con una velocidad endiablada. El tronco que tengo dentro me revuelve las entrañas y comienzo a sentir que, para mí, se termina definitivamente el mundo. El escozor en las paredes de mi vulva, el fuego en mis entrañas, las mil luces de colores que inundan mi cerebro, el ruido infernal de nuestros sexos en una batalla a muerte en el mar de flujo de mis orgasmos... son los ultimos síntomas que logro distinguir cuando un rugido incontenible, y no provocado, comienza a surgir de mi boca hasta tapar los quejidos, gemidos y jadeos.

Papá, ya en el borde de su propio orgasmo, me toma de los hombros por atrás y en un titánico esfuerzo por contener mis descontrolados movimientos, se cuelga y me empuja hacia abajo ensartándome hasta lo indecible. Su boca en mis tetas termina de gatillar mi descontrol.

Gritando desde dentro del estomago voy desacelerando mis sacudidas para dejar que una cadencia suave y lenta permita que el orgasmo gigante que me esta sacando se mezcle, se bata, se emulsione... con el semen que papá esta volcando como una catarata en mis entrañas.

Sigo moviéndome cada vez con mas lentitud porque mi orgasmo no cesa. Tomo entre mis brazos la cara de papá y mientras le doy un dulce beso en la boca siento que las contracciones de mi vagina están exprimiendo hasta las ultimas gotas esa barra de carne que me hecho sentir la mujer mas feliz de la tierra.

Por Mariana19

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